México.- La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en coordinación con las comunidades que habitan la Reserva de la Biósfera Sierra de Tamaulipas lleva a cabo un monitoreo comunitario de felinos en la zona conocida como Cañón del Diablo, gracias al cual se han registrado poblaciones de Jaguar (Panthera onca), Puma (Puma concolor), Jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi), Ocelote (Leopardus pardalis) y Margay (Leopardus wiedii).
Con la información disponible de los años 2017 al 2019 se ha logrado identificar la presencia de al menos ocho individuos de jaguar en un área de poco más de 13 mil hectáreas. En 2017 se obtuvieron las primeras fotografías de ejemplares de esta especie moviéndose por el Cañón del Diablo, sus presas y rastros que confirman la importancia de este cañón como hábitat fundamental para la conservación de esta especie en esta Área Natural Protegida.
En 2018 se registraron 11 imágenes de jaguar, se identificaron 6 individuos por el patrón de manchas y se compararon con los jaguares identificados en 2017 dos de ellos son el macho y la hembra que fueron registrados en cortejo en noviembre de 2017; el macho tuvo tres registros individuales y la hembra uno. Adicionalmente se registraron 4 jaguares más, sin identificación de sexo y se obtuvieron registros de 16 especies de vertebrados (11 mamíferos y por lo menos 5 aves).
En lo que va de 2019 la CONANP, a través del Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies en Riesgo (PROREST VCM), ha brindado apoyo financiero y de capacitación a la brigada comunitaria encargada de realizar acciones de monitoreo de felinos con cámaras de foto-trampeo y de realizar recorridos por diversos parajes de esta ANP, particularmente del Cañón del Diablo.
En el mes de octubre de este año se generaron 19 fotografías de felinos de las cuales 11 son de jaguar, 2 de puma y el resto son ocelotes y margay, las imágenes se encuentran en proceso de revisión para identificar a los individuos de años anteriores.
Las principales amenazas para la conservación del jaguar y la de otros grandes carnívoros es la pérdida y fragmentación del hábitat, así como los conflictos derivados del ataque a ganado. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo acciones concretas que incluyan proyectos permanentes de vigilancia y monitoreo biológico, la restauración del hábitat, una mayor eficiencia en la atención de conflicto jaguar-ganado, así como la promoción de actividades productivas alternativas.
El estado de Tamaulipas es una de las áreas de mayor prioridad para la conservación del jaguar en la vertiente del Golfo de México. La distribución actual del jaguar en este estado incluye la Sierra Madre Oriental, la Sierra de Tamaulipas y una pequeña área en las llanuras costeras.
El Cañón del Diablo tiene una elevación gradual que va de los 200 a los 750 metros de altitud y atraviesa áreas de selva baja caducifolia y bosques de encino a lo largo de sus aproximadamente 75 km de trayecto. Este cañón potencialmente puede ser un sitio crítico para la conservación del jaguar dentro de la Reserva de la Biósfera Sierra de Tamaulipas, debido a que puede ser un corredor natural que facilite el desplazamiento de los individuos en búsqueda de presas, refugio o parejas.
Las poblaciones de jaguar que habitan en la Sierra de Tamaulipas son de gran relevancia para la conservación de la especie en el noreste de México, dado que pueden potenciar la conectividad y el flujo genético entre las poblaciones de jaguar que habitan en Áreas Naturales Protegidas, como la Reserva de la Biósfera El Cielo y el Área de Protección de Flora y Fauna Laguna Madre y Delta del Río Bravo.