Santiago de Chile.- Este domingo se informó del rescate de tres tucanes y dos guacamayos bebés encontrados en una caja en pleno desierto chileno cerca del control aduanero de Quillagua, a unos 259 kilómetros de la frontera con Bolivia, abandonados por contrabandistas antes del control aduanero.
Y el pasado 10 de febrero nueve polluelos de guacamayo fueron rescatados por fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en la avanzada El Loa, 152 km al sur de la ciudad de Iquique, a 1.700 km al norte de Santiago, cuando eran transportadas por contrabandistas en la cabina de un camión.
Estas acciones se suman a las 13 de 2017 y a las 48 de 2018 llevadas a cabo por el Servicio Nacional de Aduanas en las norteñas ciudades de Antofagasta, Arica e Iquique, todas en pleno desierto de Atacama, en las que se lograron rescatar 41 y 109 aves exóticas, respectivamente en cada uno de esos años.
"Absolutamente (el norte de Chile es una zona caliente del contrabando de aves exóticas), claramente hay un aumento en el norte en la cantidad de decomisos", dijo el subdirector de Fiscalización de la Dirección Nacional de Aduanas, Carlos Escudero.
El alto funcionario indicó que el grueso de tucanes, guacamayos, cardinales, loros y otras especies exóticas que entran por el norte de Chile proceden de Bolivia y en general del área amazónica.
No obstante, las principales zonas por las que se introducen estas aves de forma ilícita en Chile son el aeropuerto de Santiago (394 especies en 20 intervenciones en 2018, frente a las 62 aves incautadas en 2017 en 9 intervenciones) y el puerto de San Antonio, en la costa central (370 especies en una intervención el año pasado).
El Puerto Terrestre Los Andes, en el centro del país, en el límite con la cordillera, es otro de los puntos calientes del contrabando, con 43 especies incautadas en 2018 en seis retenciones, frente a las 17 aves rescatadas en 2017 en dos operativos.
Por este punto, según dijo Escudero, se intentan introducir aves exóticas provenientes de Paraguay.
"El mercado de especies exóticas en Chile ha crecido notablemente e irresponsablemente. Hay mucha gente que compra estas especies y las lleva a su domicilio como mascotas. Hoy día también es muy fácil de comercializarlas por Internet a través de las redes sociales", comentó Escudero.
El aumento de este mercado ilícito de aves exóticas queda reflejado también en el incremento de incautaciones totales a nivel nacional, que pasó de 136 especies en 2017 a 1.018 en 2018.
Chile reguló el contrabando de especies en 2016 con una ley que toma su base en los fundamentos de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (Cites).
A partir de entonces se reforzó la vigilancia en puertos, zonas fronterizas y potenciales criaderos clandestinos, y se implementó un trabajo coordinado entre Aduanas, Fiscalía y fuerzas de seguridad para luchar contra este mercado ilícito.
En el caso más reciente, se logró llegar hasta los polluelos después de que un fiscalizador de Aduanas apostado en el acceso al control aduanero de Quillagua apreciara a la distancia un ave de colores exóticos caminando en pleno desierto, a lo que se sumó la denuncia y el apoyo de viajeros.
Se activó entonces una búsqueda y se logró hallar en una quebrada una caja y en su interior tucanes y guacamayos bebé, relató el director regional de la Aduana de Iquique, Dennys Beltrand, según recogió un comunicado de esa entidad.
La incautación que tuvo lugar en febrero se produjo mientras se revisaba un camión, al apreciarse una especie de bultos escondidos en la cabina.
"Al abrirlos, hallaron dos cajas y en su interior 9 aves somnolientas, al parecer dopadas, de la especie guacamayo. Como estaban ocultas se configuró inmediatamente el delito de contrabando con el agravante de tratarse de aves protegidas por la Cites", dijo Beltrand.
El camionero fue apercibido por Aduanas por el delito de contrabando y se expone a penas de cárcel y una multa que puede ir desde los 13,5 millones de pesos chilenos (unos 20.500 dólares) hasta los 67 millones (unos 101.400 dólares).