Sídney.- En Sídney, donde hubo una de las mayores concentraciones, los manifestantes mostraron pancartas con lemas como "Los mares se elevan, nosotros también", "Cambia tu pensamiento, no el clima" o "Haré el examen de matemáticas cuando se tomen acciones".
Los estudiantes desdeñaron las llamadas de las autoridades para que asistieran a clase y acudieron a la manifestación convocada por el llamado movimiento asambleario "Juventud por el clima: viernes por el futuro".
"Queremos que todos sepan que la lucha por el clima no es solo la lucha por una acción. Es una lucha global y concierne a todos por igual", dijo a Efe una de las líderes del movimiento en Sidney, Vivienne Paduch, de 15 años.
"Lo más fácil que puede hacer Australia es mantener el carbón bajo tierra porque somos los mayores exportadores de carbón del mundo", agregó la estudiante que exigió una reducción de las emisiones fósiles contaminantes.
Junto a los estudiantes de secundaria y primaria, se movilizaron padres de familia, políticos, cantantes y otros activistas, además de la alcaldesa de Sídney, Clove Moore, que pidieron el uso en un 100 por ciento de energías renovables para 2030.
"Los estudiantes están hablando por su futuro porque creen que sus voces no han sido escuchadas (...) hay que escucharlos y tomar acciones", dijo a Efe la legisladora independiente Kerryn Phelps, que participó en la marcha.
Esta es la segunda protesta estudiantil organizada en Australia por el cambio climático tras una primera el pasado noviembre inspirada en el activismo de la estudiante sueca Greta Thunberg, que el año pasado acampó delante del Parlamento sueco para pedir acciones.
Tras esa primera manifestación, el primer ministro australiano, Scott Morrison, señaló que se necesita "más aprendizaje en las escuelas y menos activismo".
El cambio climático es uno de los asuntos espinosos en el país, que ha visto caer a varios de sus gobiernos por las políticas sobre la eliminación de impuestos a los gases contaminantes o el plan energético nacional.
Australia se comprometió a reducir las emisiones en 26 a 28 por ciento respecto a los niveles de 2005 para 2030, pero un informe reciente de la ONU indica que "no ha habido mejoras en la política climática de Australia desde 2017".
Sectores conservadores del país defienden que se mantenga la explotación de combustibles fósiles al considerar que las energías alternativas o las medidas para mitigar el cambio climático elevan la tarifa eléctrica.
Miles de estudiantes más se manifestaron también en varias ciudades de Nueva Zelanda, incluida Chirstchurch, en la Isla Sur, donde la protesta tuvo que ser suspendida por la Policía a raíz del atentado contra dos mezquitas que ha causado cerca de cincuenta muertos.