Estrasburgo, Francia.- El vicepresidente de la Comisión Europea encargado del Pacto Verde, Frans Timmermans, cargó con dureza este lunes contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y aseguró que Ucrania "tiene que ser y será su Waterloo" porque de lo contrario continuará hasta restaurar el imperio ruso.
En vísperas de que la Comisión Europea presente una propuesta para hacer frente a la situación geopolítica en el plano energético, Timmermans dijo que esta tratará de "reducir sustancialmente" la dependencia de hidrocarburos rusos este año" y alcanzar la independencia "en unos años".
"Creo que es posible. No es fácil, pero se puede hacer", dijo Timmermans, que repasó algunos de los aspectos que se sabe que contendrá esa "comunicación" pero que no entró en los detalles.
El Ejecutivo comunitario presentará una hoja de ruta para diversificar la importación de gas, especialmente a través de suministros de gas natural licuado, y con medidas para acelerar el despliegue de fuentes renovables y mejorar la eficiencia energética y las interconexiones, así como recargar las reservas de gas de cara al próximo invierno.
Timmermans se refirió en particular a la necesidad de proporcionar "alivio" para las facturas de los consumidores y aseguró que Bruselas dotará a los Estados miembros de los instrumentos para abordar la pobreza energética, porque hacer que la transición energética sea "justa" es un "prerequisito" de la propia transición.
Libertad a los países
Sobre la posibilidad de alargar la vida de las centrales nucleares o retrasar el abandono del carbón para no tener que recurrir a las importaciones de gas ruso como vector de transición hacia la generación renovable, Timmermans recordó que los países tienen libertad para elegir su "mix" energético.
"No hay tabúes (...), lo que no les desprende de la responsabilidad legal de conseguir al menos un 55 % de reducción de emisiones en 2030 y la neutralidad climática en 2050", señaló.
El vicepresidente de la Comisión Europea se refirió también al futuro climático de Rusia, que definió como "uno de los países menos preparados en términos de transición energética.
"La mayoría de las otras naciones productoras de energía se están preparando para el mundo post-hidrocarburos. Ellos no, ellos no. Y eso está poniendo muy nervioso al sector energético" de Rusia, que además sufrirá "terriblemente" los efectos del cambio climático con fenómenos como la fusión del permafrost en el Ártico.