Ciudad de México.- México está obligado a grandes inversiones para disponer de una adecuada infraestructura hídrica, además de impulsar políticas públicas, un cambio de hábitos en los ciudadanos y planes público-privados para afrontar la situación.
"Hay que trabajar a marchas forzadas y siempre hay tiempo para retomar el buen camino pero hubiera sido mucho mejor que lo hiciéramos desde hace de tiempo", dijo el presidente del Consejo Consultivo del Agua, Raúl Rodríguez Márquez.
Con motivo del Día Mundial del Agua que se celebra este martes, el dirigente señaló que México "está atrasado respecto a estándares internacionales y muy por debajo de invertir lo que se requiere".
Destacó que los organismos internacionales estiman que México debiera invertir cerca del 2% de su producto interno bruto (PIB) en el sector hídrico pero "está por debajo del 1%".
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), para afrontar la seguridad hídrica nacional se necesitan al menos 21 años con un ritmo de inversión anual de cerca de 49 mil millones de pesos (2 mil 387 millones de dólares).
Retraso acumulado
Como muestra del retraso en las inversiones en infraestructura, Rodríguez Márquez destacó que del presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) cercano a los 34 mil millones de pesos (mil 666 millones de dólares), apenas 6 mil millones (294 millones de dólares) se destinan a proyectos de infraestructura de agua potable y saneamiento.
"Esto muestra cómo el Gobierno federal está destinando pocos recursos para este problema. Hay un dicho muy mexicano que dice: 'Dios da el agua pero no la entuba' (y para ello), se necesita inversión, inversión y más inversión", señaló.
Agregó que en México el agua "es un tema de seguridad nacional" y recordó que la seguridad hídrica es fundamental para los próximos 20 años, por lo que es necesario un cambio de hábitos y políticas públicas para planear, financiar y desarrollar proyectos.
Acciones público-privadas
Rodríguez Márquez consideró que una de las maneras de resolver la falta de infraestructura "es la oportunidad de acciones público-privadas".
"Necesitamos urgentemente invertir en modernización y conservación de infraestructura, en una gestión más eficiente del agua, en la mejora del marco regulatorio y en el perfeccionamiento de esquemas de financiación que faciliten la participación de la iniciativa privada", señaló.
Agregó que es importante tomar decisiones preventivas y diseñar políticas "frente a escenarios de escasez y de incertidumbre climática" como la que México está viviendo en el norte del país "dónde hay una sequía tremenda".
Para Eduardo Vázquez, director ejecutivo de Agua Capital, el problema del agua "es del presente y no del futuro" por lo que es necesario "tomar decisiones de fondo, cambiar los modelos de gestión ineficientes, diseñar mejores políticas y habilitar presupuestos adecuados".
Ante ello, dijo que la inversión en "infraestructura adecuada" es un triple reto para México.
Primero en lo que tiene que ver con el mantenimiento porque "existe mucha infraestructura habilitada como presas, canales, acueductos con muchos años de funcionamiento y un mantenimiento deficiente que afecta su capacidad de operación".
Segundo porque mucha de la infraestructura instalada "está sin uso por decisiones que no se tomaron correctamente en términos del diseño, la tecnología con que fueron construidas y la falta de capacidades para utilizarla adecuadamente".
Y el tercer reto está en prever y considerar que es importante contar con una infraestructura "que permita usar de mejor manera el agua, para habilitar volúmenes disponibles para distintas regiones y personas y enfrentar así los grandes desafíos que estamos viviendo".
El titular del Consejo Consultivo del Agua recordó que en las ciudades se desperdicia alrededor del 40% del agua por fugas en las redes de abastecimiento y distribución y tomas domiciliarias.
"Siempre hablamos de la infraestructura para extraer el líquido pero rara vez hablamos del uso que le damos y del desperdicio que se da mayormente en las ciudades por una infraestructura deficiente y obsoleta", dijo Rodríguez Márquez.
De acuerdo con el Programa Nacional Hídrico 2020-2024 a nivel nacional, en México solo el 58% de la población del país tiene agua diariamente en su domicilio y cuenta con saneamiento básico. El estado con la situación más crítica es Guerrero, con el 10%, en contraste con Nuevo León, con el 95%.