La diputada Mónica Almeida López, impulsa una iniciativa de reformas a la Ley de Aguas Nacionales, para establecer que la Comisión Nacional del Agua formulará lineamientos técnicos y administrativos para la implementación de sistemas de captación de agua de lluvia, con fines de abasto de agua potable a nivel vivienda.
Además, promoverá entre los sectores público, privado y social, la creación de esos sistemas en las poblaciones y centros urbanos.
La propuesta define al sistema de captación de agua de lluvia como el conjunto de elementos que interceptan y recolectan el agua pluvial, tales como superficies de captación, tuberías y accesorios, para conducirla a dispositivos de almacenamiento y de filtración y/o desinfección, con la finalidad de habilitarla para su posterior uso.
El propósito, señala, es instaurar una vía alterna para aprovechar los recursos naturales, de tal forma que con la instalación de sistemas de captación de agua de lluvia se da un paso importante para garantizar el acceso al agua y por tanto se disminuyen las desigualdades sociales.
Destaca que la utilización del agua de lluvia por medio de este sistema permite tener agua de calidad para diversos usos no potables como, por ejemplo, la limpieza, riego, uso sanitario, lavado de ropa, y recargar las reservas subterráneas.
Asimismo, permite a los diferentes núcleos poblacionales tener un suministro de líquido vital para la realización de diversas actividades; garantizar la captación pluvial es garantiza derechos vitales.
Refiere que por sus características el agua de lluvia puede ser perfectamente utilizada para uso doméstico e industrial, y aprovechar los modelos exitosos en nuestro país, como el del municipio de Cherán, Michoacán, cuyos habitantes decidieron construir en 2016 un gran captador en el cerro Kukundicata, un proyecto ecosustentable considerado el más grande de América Latina.
El agua se almacena en cisternas instaladas en el cerro y en la entrada del pueblo. Desde estos depósitos se distribuye a edificios públicos, escuelas, casas e incluso se emplea para una planta purificadora que diario produce 150 garrafones. Genera empleos, conserva el ambiente y propicia sustentabilidad.
Otro ejemplo exitoso es el Programa Cosecha de Lluvia en la Ciudad de México, que tiene el propósito de abastecer de agua a colonias de bajos ingresos y aumentar el abasto para uso doméstico en beneficio de las alcaldías Tláhuac, Iztapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tlalpan.
Subraya que gran número de población no tiene acceso al agua, entubada o por algún otro medio, lo cual repercute en su calidad de vida; además se ha elevado la extracción entre 2003 y 2016 a causa del incremento en la población en México, por ello es necesario fomentar un uso eficiente, consciente y convertirnos en consumidores responsables.
Sobre todo, porque la pandemia del Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia del saneamiento, la higiene y un acceso adecuado a agua limpia para prevenir las enfermedades. La recomendación prioritaria se basa en el lavado adecuado de manos, a fin de reducir la propagación de los patógenos y prevenir infecciones.
Almeida López señala que, aunque en el país hay en operación, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), 932 plantas potabilizadoras, 2 mil 526 de tratamiento municipales y 3 mil 25 de tipo industrial, esta infraestructura no es suficiente para garantizar el acceso de todas las personas al agua segura.
La iniciativa adiciona una fracción L Bis al artículo 3; una fracción VIII Bis y reforma las fracciones XIII y XIV del artículo 9; la fracción XII del artículo 14 Bis 5, y el artículo 47 Bis de la Ley de Aguas Nacionales. Se turnó para dictamen a la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento.