México.- México posee una elevada diversidad de ecosistemas y especies, por lo que se considera un país megadiverso. A escala mundial, nuestro país es notable no solo por la riqueza de especies de varios grupos de organismos, sino por el alto nivel de endemismos, resultado de su ubicación entre dos regiones biogeográficas, su orografía, relieve, forma, ubicación y su variedad de climas, señala la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Sin embargo, la diversidad biológica de México y sus socioecosistemas están siendo afectados por amenazas de origen antrópico y climático. El cambio climático es una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad, con impactos devastadores y de gran alcance en las personas, el medio ambiente y la economía.
Por lo anterior, es sumamente importante contribuir a la preservación y aprovechamiento sustentable de ecosistemas y ambientes naturales de México, mediante la planeación, gestión y administración efectiva, equitativa, honesta y transparente.
En ese sentido, el Proyecto Resiliencia, el cual fue ejecutado por Conanp, implementado con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en México y cofinanciado por un donativo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, impulsó el desarrollo e implementación de medidas de adaptación al cambio climático en las Reservas de la Biósfera (RB) Janos (Chihuahua) y Mapimí (Durango, Chihuahua y Coahuila).
En la RB Janos se promovió el incremento de la conectividad del paisaje, a través de nuevos esquemas de conservación, como lo son las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC).
Las ADVC promueven la conectividad y contribuyen a la preservación de los servicios ecosistémicos, ya que infiltran agua al manto freático, capturan carbono, proveen hábitats a diversas especies y en ellas se promueven buenas prácticas para el manejo sustentable de los recursos.
Por otra parte, en la RB Mapimí se implementaron medidas de adaptación orientadas al control y manejo de especies exóticas invasoras y a la restauración de pastizales. Con dichas acciones, se fomenta el manejo sostenible, así como la conservación y restauración del paisaje para facilitar que las personas y ecosistemas puedan adaptarse mejor a los efectos adversos del cambio climático, al aumentar su resiliencia y reducir su vulnerabilidad.
En la RB Janos se encuentra uno de los ecosistemas más amenazados del país: el pastizal. Por esta razón, se promovió la certificación de la primer ADVC en el estado de Chihuahua, el rancho “El Quemado”, que tiene una superficie de mil 896 hectáreas. En este sitio se llevan a cabo prácticas de producción ganadera sustentable para el mejoramiento de los agostaderos, además de favorecer la conectividad y contar con un reconocimiento por las actividades de conservación que se llevan a cabo en el lugar.
La certificación del rancho “El Quemado” permitirá fortalecer acciones de restauración, rehabilitación, asesoría y capacitación a productores sobre el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.