* Senior Writer, Forum Agenda
Por un coste de solo 6.50 dólares por persona, la ciudad de Medellín, en Colombia, ha reducido su temperatura media en 2 °C.
Para ello ha utilizado "corredores verdes", líneas de árboles y plantas cuya plantación ha sumado un total de 16.3 millones de dólares y cuyo mantenimiento cuesta 625 000 dólares al año.
Medellín no es la única: otras ciudades del mundo están recurriendo a soluciones naturales para reducir las temperaturas, que suben en medio a la crisis climática y a un fenómeno llamado efecto isla de calor -por el que las zonas urbanas se calientan más que las rurales debido a que los materiales de construcción y las carreteras retienen el calor.
Los "corredores verdes" de Medellín
Medellín tiene una temperatura relativamente constante durante todo el año, de unos 22-24 °C, a lo que contribuye su situación en un valle rodeado de montañas. Pero, al igual que muchas zonas urbanizadas de todo el mundo, la segunda ciudad más grande de Colombia es más cálida que las zonas rurales circundantes.
La reducción de las zonas verdes y el aumento del número de edificios y carreteras fueron en parte responsables. También influyeron otros factores, como el aumento de la contaminación atmosférica.
Resolver el problema de forma sostenible ha sido una consideración clave para los urbanistas.
Los corredores verdes -zonas ajardinadas para fomentar una mayor biodiversidad- proporcionan sombra natural a las zonas urbanas. También reducen los niveles de calor mediante un proceso llamado evapotranspiración, que introduce vapor de agua en el ambiente.
La iniciativa del corredor verde de Medellín no solo contribuyó a reducir las temperaturas en 2 °C, sino también la contaminación atmosférica. Estos efectos combinados están haciendo que las soluciones basadas en la naturaleza sean cada vez más populares entre los urbanistas.
Diseño estratégico en Singapur y Düsseldorf
Singapur tiene escasez de suelo y una alta densidad de población, pero a pesar de su limitado espacio ha desarrollado un sistema de carreteras llamadas Nature Ways (Caminos Naturales) que están bordeadas por una variada gama de árboles y arbustos, imitando la estructura de las selvas tropicales.
Además de reducir las temperaturas, las copas de los árboles protegen a las especies animales y reducen la contaminación atmosférica. Singapur es ahora la segunda ciudad mejor clasificada en el Índice Green View de Treepedia, que mide la cubierta arbórea en zonas urbanas.
En Alemania, Düsseldorf alberga un edificio cubierto de 30 000 plantas que contribuye a mejorar el medio ambiente de la ciudad. El Kö-Bogen II está cubierto de setos seleccionados por su capacidad para alterar los niveles de calor en los alrededores.
El crecimiento de las ciudades positivas para la naturaleza
El Foro Económico Mundial ha lanzado recientemente la iniciativa Ciudades por la Naturaleza, cuyo objetivo es ayudar a las zonas urbanas y las empresas a unirse en torno a principios comunes para construir su relación con la naturaleza.
El Foro está colaborando con cinco "ciudades campeonas" para ofrecer orientación sobre la aplicación y ejecución de intervenciones basadas en la naturaleza.
* Esta es una comunicación del Foro Económico Mundial , se publica bajo una licencia de Creative Commons: CC BY-NC-ND 4.0