La Haya.- La fuerte e inesperada reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en Países Bajos durante el 2020, en plena pandemia, da al Gobierno de Mark Rutte la sorpresa de haber alcanzado los objetivos climáticos marcados por un fallo del Tribunal Supremo, que le exigió reducir un 25% la contaminación con respecto a 1990.
Las emisiones del año pasado fueron un 9% más bajas que en 2019, y un 25.4% menos que las de 1990, según cifras preliminares publicadas esta semana por la agencia gubernamental CLO, que registra las emisiones y recoge los datos sobre el medio ambiente, la naturaleza y la planificación espacial.
Esto incluye el dióxido de carbono (CO2), que ha disminuido un 15.1%, pero también el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y los gases fluorados, que disminuyeron en 2020 un 54.3% con respecto a 1990. Las emisiones totales de gases de efecto invernadero el año pasado fueron de 164.5 megatoneladas de equivalentes de CO2, frente a los 180.7 del año anterior.
Si el porcentaje es definitivo, Países Bajos habría cumplido el objetivo que llevó a la plataforma ciudadana Urgenda a denunciar al Estado neerlandés, logrando llevar su caso hasta el Supremo, que le condenó en 2019 a reducir las emisiones en al menos un 25% a partir de 2020, en comparación con registros de 1990.
En una sentencia histórica, la corte se basó en varios artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos y afirmó que el riesgo que representa la emergencia climática "puede afectar seriamente al derecho a la vida y al bienestar de los habitantes de Holanda".
El máximo tribunal ratificó entonces dos sentencias anteriores, dictadas por un tribunal en primera instancia en 2015 y otro de apelación en 2018.
Las cifras preliminares conocidas esta semana contradicen las estimaciones de varios organismos oficiales basadas en cifras no definitivas publicadas a principios de año, que advertían que el Gobierno estaba lejos de cumplir la sentencia, pero con los datos de cuánto fueron las emisiones reales de los sectores, esta disminución parece haber sido importante, aunque los datos disponibles siguen sin ser definitivos.
“Parte de esto todavía se basa en estimaciones. Si algunas cifras giran hacia la otra dirección, es posible que aún caiga por debajo del 25%”, según Margreet van Zanten, jefa del departamento de Emisiones del Instituto de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM). El intervalo de la disminución sobre el que trabajan es de entre 24 y 27%.
Las explicaciones de la reducción
La pandemia tuvo su impacto en las emisiones de CO2, entre otras cosas, por la reducción del tráfico aéreo y por carretera.
Además, desde marzo de 2020, en torno al comienzo de la emergencia sanitaria, se ha reducido la velocidad en las autopistas a un máximo de 100 kilómetros por hora, aunque las autoridades insisten en que es difícil medir la diferencia entre la aportación de esta medida y los beneficios que tuvo la pandemia contra el calentamiento global.
Sin embargo, según el RIVM, esta reducción es principalmente consecuencia de la menor producción de electricidad a partir del carbón el año pasado, que fue un 21% menor con respecto a 2019, y también de los altos precios del carbón el año pasado, que lo hicieron una fuente poco atractiva y en desventaja competitiva en comparación con las plantas de gas natural.
Un ejemplo de la menor producción de electricidad a partir del carbón fue la reconversión al gas natural de la central eléctrica de Hemweg en Ámsterdam a finales de 2019. Otra central, en Maasvlakte (Róterdam), también sufrió varias interrupciones por problemas técnicos durante la pandemia, por lo que estuvo cerrada gran parte del 2020.
“La demanda de electricidad de las centrales eléctricas también disminuyó debido al aumento de las fuentes renovables. Y finalmente, debido a la crisis del coronavirus, la demanda total de electricidad en Países Bajos y en los países vecinos disminuyó”, subraya el RIVM.
Urgenda prefiere esperar a las cifras finales para reaccionar a esta noticia y recuerda que los primeros seis meses de este año han sido testigo de un incremento de las emisiones, por lo que la reducción de emisiones “no se logró”, el Estado “siempre debe emitir al menos un 25% menos que en 1990 ¡No solo en 2020!”, aseguró su directora, Marjan Minnesma.
Además, con la Ley del Clima actual, Países Bajos debe reducir las emisiones en un 49% en 2030 y 95% en 2050 en comparación con 1990.