Montreal, Canadá.- Al comentar sobre el estado de las negociaciones del Convenio de la Diversidad Biológica (CBD-COP15), Li Lin, Directora de Políticas e Incidencia de WWF International, dijo:
“Una semana después de haberse iniciado las conversaciones sobre biodiversidad de la ONU, todo sigue en juego en Montreal. El borrador del acuerdo aún conserva un lenguaje que comprometería a los países a conservar al menos el 30% del planeta, salvaguardar los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, y acordar un plan para asegurar el financiamiento necesario para apoyar los esfuerzos de conservación. También se mantiene el lenguaje en torno a una misión fuerte, que esperamos se convierta en el equivalente de biodiversidad del objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1.5º C este siglo del Acuerdo de París. Sin embargo, las alarmas están sonando.
En su mayor parte los negociadores se han centrado en las minucias en lugar de en los puntos importantes en los que se debe forjar un compromiso si el mundo quiere asegurar un acuerdo mundial ambicioso sobre biodiversidad. Se han dejado muchas tareas pendientes para los próximos días. Es fundamental que cuando los ministros lleguen a Montreal el jueves tengan un texto relativamente limpio con el nivel adecuado de ambición para analizarlo y llegar a consensos. Lo que tenemos actualmente es una telaraña de paréntesis.
“En particular estamos preocupados por dos cuestiones: una amenaza para el mecanismo de implementación del acuerdo y los intentos para evitar acciones que aborden la huella de producción y consumo de la humanidad. Un mecanismo de implementación sólido es esencial para que los países se responsabilicen de cumplir con los objetivos y metas globales acordadas en la CBD. Asimismo, es vital lograr un fuerte compromiso para reducir de forma significativa la huella de la humanidad.
A menos que reduzcamos a la mitad la huella de la producción y el consumo para 2030, no podremos cambiar la tendencia de pérdida de biodiversidad. La conservación de espacios por sí sola no será suficiente. La agricultura, por ejemplo, es responsable del 70% de la pérdida de biodiversidad terrestre debido a la conversión, la contaminación y la degradación del suelo. En la COP15 debemos acordar cómo arreglar nuestros sistemas alimentarios, actualmente rotos, como parte de una transición más amplia de nuestros sectores productivos para que trabajen con la naturaleza, no en su contra.
“WWF insta a los países a recordar por qué están aquí: la humanidad y la vida silvestre enfrentan una crisis de biodiversidad cada vez mayor que amenaza toda la vida en la Tierra. Necesitamos trabajar juntos para salvaguardar nuestro único hogar”.