Ciudad de México .- El Gobierno de la Ciudad de México fue premiado por la Agencia Internacional de Medio Ambiente para Gobiernos Locales (ICLEI-Gobiernos Locales por la Sostenibilidad), una organización no gubernamental y observadora oficial de las Naciones Unidas, por implementar estrategias y acciones de mejora en la gestión del agua con el programa Cosecha de Lluvia.
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México agradeció la distinción que reconoce las iniciativas de gobiernos que apoyan políticas, estrategias y acciones encaminadas a alcanzar las metas del Desarrollo Sustentable. El reconocimiento fue otorgado en la categoría “Gobierno local con mejor gestión del agua” en la VII Edición del Premio al Gobierno Local Sustentable.
El programa Cosecha de Lluvia fue evaluado por un grupo de expertos que analizaron los resultados obtenidos a favor de la comunidad mediante el desarrollo del programa y un Comité de Evaluación y Seguimiento calificó de acuerdo con los siguientes criterios:
- Desarrollo institucional y políticas públicas
- Vinculación ciudadana
- Proyectos e instrumentación
Los sistemas de cosecha de lluvia instalados entre 2019 a la fecha han permitido mejorar la economía y el uso del tiempo de las familias beneficiadas con el programa. En estos cuatro años se han instalado casi 50 mil sistemas en zonas de alta marginación económica y dificultades de abasto de agua. El 67 por ciento de estos sistemas se han instalado en casas lideradas por mujeres, quienes tradicionalmente en el mundo han sido las encargadas de conseguir el agua para sus hogares.
El programa Cosecha de Lluvia ha permitido que viviendas de las alcaldías Iztapalapa, Tláhuac, Tlalpan, Xochimilco, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Azcapotzalco y Coyoacán cuenten con agua entre seis y ocho meses al año, lo que representan 46 mil pipas de 10 mil litros cada una, lo que equivale a llenar una tercera parte del Estadio Azteca.
El programa tiene un impacto positivo sobre 165 mil personas, además de contribuir a disminuir encharcamientos, quitar presión al sistema de distribución y extracción de agua de la ciudad, y con ello eliminar emisiones a la atmósfera que se generan por el uso de energía para el funcionamiento de pozos y para la red de distribución.