México.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica); la Secretaría de Salud, mediante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), precisaron la conformación de un grupo para fortalecer la regulación y vigilancia de plaguicidas, sustancias tóxicas y nutrientes vegetales.
Las dos agencias sanitarias del Gobierno de México, junto con representantes de la Sader y de la Semarnat, firmaron el Acta Constitutiva del Grupo Intersecretarial para Regulación sobre Plaguicidas, el cual actualizará el marco regulatorio y la gestión de plaguicidas y, paralelamente, atender la Recomendación 82/2018 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para restringir su uso.
El acuerdo instituye la creación de Grupos Específicos de Trabajo (GET), conformados por especialistas en el ámbito jurídico, de investigación, procedimientos y comercio exterior, entre otros.
Su vigencia será indefinida y en todas las sesiones generales se requerirá la presencia de un representante de la CNDH con carácter de observador y con derecho a voz.
También se convocará a funcionarios públicos, representantes de los centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil que cuenten con conocimientos técnicos o especializados.
Durante la reunión, el director en jefe del Senasica, Francisco Javier Trujillo Arriaga, recalcó que se están dando los primeros pasos para promover una iniciativa de Ley Federal de Plaguicidas y Fertilizantes, la cual tomará los mejores ejemplos del mundo en la materia.
Por su parte, el titular de la Cofepris, José Alonso Novelo Baeza, subrayó que la Ley de Plaguicidas es una demanda social, por lo que su atención e implementación fortalecerá la confianza de la población en las instituciones federales.
Destacó la importancia de trabajar para atacar la “violencia ecológica”, que se ve reflejada, por ejemplo, en la reducción de poblaciones de insectos polinizadores de la tierra por causa de plaguicidas, lo cual es una “señal inequívoca” del daño que se está provocando al medio ambiente.