Madrid.-El presidente del grupo Bayer, Werner Baumann, lamentó ante la Junta de Accionista reunida en Fráncfort (Alemania) el pasado 26 de abril la bajada de la cotización de las acciones de la compañía ante las demandas abiertas contra el herbicida en Estados Unidos.
En junio del año pasado, Bayer compró la empresa Monsanto, productora del herbicida glifosato, por 63 mil millones de dólares, en un movimiento que le ha supuesto la caída de una tercera parte del valor de las acciones.
Bayer se enfrenta a más de 13 mil demandas contra el producto comercializado como Roundup, que contiene glifosato, un compuesto cuestionado por científicos y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera "probablemente cancerígeno".
Durante la celebración de la junta, varios apicultores vestidos con los trajes de faena vertieron miles de ejemplares de abejas muertas sobre la acera.
Sin embargo, Baumann defendió la compra del fabricante del glifosato y de semillas transgénicas estadounidense Monsanto.
Pero el conflicto continúa también en el continente americano, donde el presidente colombiano, Iván Duque, ha pedido autorización a la Corte Constitucional para volver a utilizar el glifosato en la erradicación de los cultivos ilícitos.
El anuncio lo ha hecho Duque tras su viaje a los Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha manifestado su malestar ante el incremento del narcotráfico.
El uso del glifosato se extendió en el país sudamericano desde la puesta en marcha del llamado "Plan Colombia" con apoyo de Estados Unidos para la erradicación de cultivos de coca por medio de las aspersiones aéreas.
Sin embargo, las fumigaciones tuvieron que suspenderse en 2013 tras las denuncias de Ecuador por la aparición de varios casos de malformaciones y cáncer en pobladores de la zona fronteriza (sur) atribuidas a la utilización de glifosato.
Prohibición que se extendió a toda Colombia en 2015 por considerarlo la Corte Constitucional causante de problemas para la salud.
La próxima decisión de Colombia se puede considerar controvertida ya que precisamente en Estados Unidos dos fallos han hallado al glifosato causante del cáncer que padecen dos jardineros que estuvieron expuestos al herbicida durante años.
En un veredicto dado a conocer en marzo pasado, un jurado federal falló a favor del jardinero Edwin Hardeman, quien trabajó con glifosato durante más de treinta años y de forma regular en un jardín en California.
En 2018, un jurado determinó que la compañía no advirtió correctamente de los riesgo del uso del herbicida para la salud, lo que consideró "factor sustancial" para el desarrollo de cáncer por Dewayne Johnson tras años de trabajo en un jardín en San Francisco.
La indemnización inicialmente fijada en 289 millones de dólares se redujo posteriormente a 78 millones de dólares, que si bien supone una rebaja sustancial no deja de ser una cantidad estimable y a considerar si las demandas se multiplican contra la multinacional.
En Europa, pese a una fuerte oposición de organizaciones ecologistas y ciudadanas y países como Francia, la Unión Europea decidió a finales de 2017 renovar la licencia al glifosato hasta 2022.
En marzo pasado, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) obligó a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) a permitir el acceso a los estudios sobre toxicidad y la capacidad de un determinado agente de producir cáncer del glifosato.
El fallo de TGUE anuló así dos decisiones de la EFSA que denegaban el acceso a secciones de los estudios científicos de esa agencia que recogen los impactos sanitarios y medioambientales del glifosato, que había cursado un ciudadano europeo y varios europarlamentarios ecologistas.
El presidente de Colombia ha señalado que es necesario la utilización de todas las herramientas para luchar contra los cultivos ilícitos, al ser el narcotráfico el "principal combustible del conflicto colombiano".
Bayer ha manifestado en una nota que "insta a la Corte de Apelaciones de California a revertir el veredicto en el caso Johnson-Glifosato".
Según esta empresa, "existe una gran cantidad de investigaciones sobre el glifosato y los herbicidas de Bayer a base de glifosato, que incluyen más de 800 estudios rigurosos presentados a la Agencia de Protección de Medio Ambiente (EPA), a los reguladores europeos y otros reguladores en relación con el proceso de registro, que confirman que estos productos son seguros cuando se usan según las indicaciones".
Y señala: "El estudio epidemiológico más grande y más reciente, el Estudio de Salud Agrícola -elaborado en 2018 por una institución independiente, el Instituto Nacional del Cáncer, que hizo un seguimiento a más de 50 mil personas que aplicaron fitosanitarios durante más de 20 años y que se publicó después de la monografía de la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer (IARC)- no encontró asociación entre los herbicidas basados en glifosato y el cáncer".
Además, según Bayer, "la evaluación de riesgo de cáncer de la EPA en el 2017, hecha después de la clasificación otorgada por la IARC, examinó más de 100 estudios considerados relevantes por la agencia y concluyó que "no es probable que el glifosato sea carcinógeno para los humanos", su calificación más favorable.
"Bayer respalda estos productos y continuará defendiéndolos decididamente", concluye