Río de Janeiro.- La tasa de homicidios en la Amazonía brasileña en 2020 fue en un 40.7% superior a la del resto de Brasil debido al aumento de los crímenes vinculados a las drogas, la deforestación ilícita y la minería ilegal en la mayor selva tropical del mundo, según un estudio divulgado este miércoles.
Mientras que en los municipios que hacen parte de la Amazonía en Brasil la tasa de muertes violentas se ubicó en 31.1 casos por cada 100 mil habitantes en 2020, en el resto del país el índice fue de 22.1 muertes por cada 100 mil habitantes.
Los datos son del primer análisis sobre la violencia letal en la región amazónica del país adelantado por la organización no gubernamental Fórum Brasileño de Seguridad Pública.
De acuerdo con Renato Serio de Lima, presidente del Fórum, la Amazonía brasileña es explotada por "grandes" grupos criminales nacionales e internacionales, que, con sus acciones, contribuyen "en gran medida" con la destrucción de la selva.
"Estos grupos mueven negocios diversificados, que van desde la venta ilegal de madera hasta la de minerales, pero que también invierten fuertemente en tierras y bienes raíces y promueven el blanqueo de activos procedentes de delitos distintos al comercio de drogas y madera, como el tráfico de personas o de animales salvajes", indicó.
De acuerdo con el estudio, la fuerte presencia de grupos narcotraficantes en esta región del país, que se disputan el poder y las rutas por donde mueven la droga, ha contribuido con el incremento en la tasa de homicidios de la Amazonía brasileña.
Asimismo, la violencia aumenta de la mano de actividades ilegales como la deforestación -que fomenta el comercio ilícito de madera y oro, la especulación inmobiliaria y el blanqueo de activos- y delitos como el tráfico de personas o de animales salvajes.
A eso se suma la falta de gobernabilidad y de una estructura de seguridad pública con capacidad de investigar los delitos cometidos en la región, que, junto con las deficiencias de la justicia, dejan a la Amazonía como "rehén del crimen organizado", según el estudio.
El análisis muestra que las mayores tasas de homicidios se registraron en los estados de Amapá (con 41.7 muertes violentas por cada 100 mil habitantes), Acre (32.9) y Pará (32.5), regiones donde el narcotráfico y los delitos ambientales tienen una fuerte presencia.
Las cifras también lo comprueban en las zonas rurales o selváticas de la Amazonía brasileña, donde más se promueve la deforestación ilegal, pues las tasas de muertes violentas crecieron un 9.2% entre 2018 y 2020, mientras que en el resto de los municipios rurales del país ese índice cayó un 6.1%.
En total fueron registrados 8 mil 729 homicidios durante 2020 en los municipios que hacen parte de la Amazonía brasileña.