Londres.- Las simulaciones climáticas más recientes y avanzadas, probadas por 21 institutos de investigación de todo el mundo, predicen que si los humanos continúan emitiendo volúmenes cada vez mayores de dióxido de carbono (CO2) producto de la quema de combustibles fósiles y otras acciones, antes de 2050 podría haber desaparecido el hielo sobre el Polo Norte.
Un equipo de investigadores científicos a bordo de un barco, que tiene la intención de pasar un año observando la deriva del hielo marino a través del Océano Ártico, fue advertido de que tal vez tenga que terminar antes, ya que el hielo que se supone que mantiene el barco podría derretirse demasiado pronto.
La pérdida de hielo marino ofrece consecuencias devastadoras para la rica vida en las aguas más septentrionales, toda vez que refleja la luz solar hacia el espacio y mantiene fresco el Ártico, además de proporcionar espacio para que las focas puedan transportarse y terrenos de caza para los osos polares hambrientos de grasa.
Y aunque la inacción humana en la emergencia climática hace que la pérdida de hielo polar sea cada vez más probable, ya se ha acumulado tanto gas de efecto invernadero en la atmósfera planetaria que podría ocurrir aunque se adoptaran medidas radicales,
“Si reducimos las emisiones globales de manera rápida y sustancial, y mantenemos el calentamiento por debajo de 2 grados Celsius en relación con los niveles preindustriales, el hielo marino probablemente desaparecerá ocasionalmente en verano, incluso antes de 2050”, aseguró Dirk Notz, de la Universidad de Hamburgo en Alemania, quien dirigió el estudio.
Los científicos del clima advirtieron por primera vez sobre la pérdida acelerada del hielo marino del Ártico hace dos décadas, y han reexaminado repetidamente las predicciones climáticas, cada vez con el mismo resultado.
La pérdida de hielo promete nuevas rutas comerciales entre los océanos Atlántico y Pacífico, pero el costo del calentamiento del Ártico podría tener consecuencias económicas catastróficas.
El patrón del clima del hemisferio norte está impulsado por la diferencia de temperatura entre el Ártico y los trópicos, y el rápido calentamiento polar perturbaría los regímenes climáticos templados y aumentaría los niveles del mar, con la acelerada pérdida de hielo de Groenlandia, que con los volúmenes que ahora, podría ser de más de siete metros.
Notz y sus coautores publican en la revista Geophysical Research Letters que utilizaron el último modelo climático desarrollado para el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) y lo probaron en un rango de 40 posibles resultados climáticos.
En la mayoría de las simulaciones, el hielo marino del Ártico se redujo a menos de un millón de kilómetros cuadrados, algo que los investigadores polares llaman “prácticamente libre de hielo marino”, en el mes de septiembre, por primera vez antes de 2050.
Incluso si el uso de combustibles fósiles humanos fuera bruscamente reducido, el océano podría estar libre de hielo algunos años; si no, podría convertirse en aguas abiertas la mayoría de los años.
Un segundo estudio en la revista The Cryosphere, ofrece una medida de la pérdida de hielo marino. Hace más de un siglo, el explorador Fridtjof Nansen navegó su barco Fram en el hielo polar, en la que fue la primera observación científica de un fenómeno llamado deriva transpolar, que transporta algas, sedimentos y nutrientes, y cada vez más, contaminación plástica, a través del Ártico, desde Siberia hasta Canadá y Groenlandia.
En octubre, un equipo de investigadores internacionales abordaron un barco llamado Polarstern con la intención de medir el movimiento del hielo en el Ártico moderno con más detalle. Habían planeado un año en el hielo con su proyecto Mosaico (Observatorio de deriva multidisciplinario para el Estudio del clima ártico).
Las simulaciones climáticas realizadas por los científicos estadunidenses revelan que, en todos los sentidos, el proyecto se desarrolla sobre hielo delgado y podría terminar prematuramente. El flujo de hielo podría ser más rápido y llevar el barco más lejos de lo esperado.
“Los cambios en el sistema ártico son tan increíblemente rápidos que incluso las observaciones satelitales de hace 15 años son diferentes a las del Ártico actual”, señaló Marika Holland, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, una de las autoras.
“Ahora hay hielo más delgado, que se mueve más rápido, y hay menos capa de nieve; es un régimen de hielo totalmente diferente”, concluyó.
Síguenos en @PortAmbiental