México.- El hogar de especies icónicas de México, como el jaguar, el loro yucateco y el mono araña, en la Península de Yucatán, está muriendo porque la industria ganadera ha cambiado el uso del suelo, para lo cual ha deforestado la selva y el bosque tropical, afirma la organización ambientalista Greenpeace México.
La organización de la sociedad civil afirma que “entre la belleza de la selva, se esconde una industria cruel que devora el planeta; la ganadería industrial, la cual crece sin control y arrasa con miles de hectáreas de selva en uno de los ecosistemas de mayor biodiversidad de México”.
Nuestro apetito por la carne y los lácteos está devastando el planeta; por eso es momento de transformar nuestro sistema alimentario y exigir un cambio en el modelo de producción
Viridiana Lázaro, activista de Greenpeace, asegura que entre más carne demande la población humana para su alimentación, más recursos se necesitarán para producirla, lo cual quiere decir más suelos, más agua y más comunidades desplazadas.
“Nuestro apetito por la carne y los lácteos está devastando el planeta; por eso es momento de transformar nuestro sistema alimentario y exigir un cambio en el modelo de producción, porque los impactos ambientales son enormes, desde el uso excesivo y contaminación del agua, hasta la deforestación y pérdida del hábitat de especies”, afirma la activista.
Si a esto le sumamos que el 15 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en México provienen de actividades humanas relacionadas con la producción de carne, es claro que urge hacer un cambio y que toda la sociedad debe participar de él.
Tras mencionar que Greenpeace realiza una investigación de campo, adelanta que los hallazgos son “desgarradores” y pronto serán dados a conocer. Por lo pronto, señala que en la península de Yucatán 16 mil 840.12 hectáreas de selva han sido afectadas por la construcción de granjas porcícolas, una superficie que equivale a 2 mil 673 veces el tamaño del Estadios Azteca.
Para continuar con la investigación, Greenpeace iniciará una campaña de donaciones por las selvas, porque se analizan muestras de agua y suelos que indicarán el estado de deterioro de los ecosistemas.