Buenos Aires.- Con su vasta extensión y biodiversidad, Argentina es un país propicio para estudiar los efectos del cambio climático, y ese es el objetivo del documental "Punto de no retorno", que recorre desde el frío antártico al desértico norte para dar una mirada local a un fenómeno global.
El biólogo, periodista y viceministro de Ambiente, Sergio Federovisky conduce esta obra, que se estrenará este sábado con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, en la que deposita el conocimiento de más de 35 años dedicado a la preservación ambiental con una clara conclusión: el cambio climático supone el fin dela realidad actual.
Todos los años se bate el récord de aumento de temperaturas, de olas de calor, de olas de frío, de sequías, de inundaciones, de incendios forestales
"El punto de no retorno no es el fin del mundo, sino que es el fin del mundo como lo conocemos, y eso abre un punto de incertidumbre demasiado grande porque estamos frente un punto de no retorno, la ciencia está diciendo que estamos muy cerca de un umbral tras el cual nada va a ser como era y no vamos a poder regresar a la situación anterior", afirmó.
El momento es ahora
Este "punto de no retorno" no es un problema futuro, sino que será la presente generación la que vea los efectos devastadores sobre el medio ambiente.
"Todos los años se bate el récord de aumento de temperaturas, de olas de calor, de olas de frío, de sequías, de inundaciones, de incendios forestales... todos los años, y cuando hablamos de punto de no retorno muy probablemente ocurra dentro de esta generación, muy probablemente ocurra dentro de 15-20 años", agregó.
En el documental, Federovisky recorre varios puntos del país para obtener el testimonio de sus habitantes, así como el de científicos y expertos, investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), políticos, líderes religiosos y científicos de la NASA, quienes destacan el gran volumen de información que existe sobre el fenómeno y el poco impacto que tiene en las políticas mundiales.
"Sin información es imposible tomar buenas decisiones y, paradójicamente, los científicos que entrevisté en la NASA señalan que nunca antes la humanidad contó son semejante volumen de datos en tiempo real de qué es lo que pasa en el planeta, al menos en materia climática, y nunca antes los Gobiernos le hicieron tan poco caso a esos datos", dijo.
El experto vincula la situación actual a "30 años de fracasos sucesivos en materias de políticas públicas", desde la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, en la que él participó y en la que se instauró el concepto de "desarrollo sustentable", que no tuvo el impacto deseado, junto a una idea de acción individual.
"Todavía persiste la idea de que las cuestiones vinculadas con el cambio climático se van a resolver con los compromisos individuales, entonces muchos políticos y muchos estados siguen esquivándolo al punto de su responsabilidad institucional, indicando que si separas la basura, si cierras la canilla (dispositivo para cortar el paso del agua), si cierras la luz y adquieres conciencia individual vamos a resolver el problema", subrayó.
Un nuevo modelo económico
Su receta para mitigar este fenómeno pasa por crear un nuevo sistema económico y productivo, ya que el modelo capitalista actual es "irreconciliable con la posibilidad de la sustentabilidad", un sistema al que culpa de "haber crecido a costa de su capital natural y de poner en riesgo la supervivencia como sistema por la desaparición de ese capital natural".
La pandemia es un emergente de la crisis ambiental, indudablemente, porque todas las zoonosis que hemos experimentado en los últimos años
Uno de los puntos que recorrió para el documental, que estará disponible de forma gratuita en internet, es la localidad de La Poma, en la norteña provincia de Salta, donde los científicos proyectan algunas de las consecuencias más devastadoras del cambio climático.
"Ahí en La Poma se va a experimentar una de las consecuencias más dramáticas y más atentatorias contra la posibilidad de vida que tiene el cambio climático: las olas de calor. Es una localidad que según los modelos predictivos va a llegar a tener 250 días al año con olas de calor y temperaturas máximas superiores a los 50 grados, de eso estamos hablando cuando hablamos de cambio climático", manifestó.
Según su mirada, la actual pandemia de coronavirus debe ser analizada no solo desde el punto de vista sanitario, sino también medioambiental, y advierte que este tipo de enfermedades son otro síntoma de la mala relación con el medioambiente.
"La pandemia es un emergente de la crisis ambiental, indudablemente, porque todas las zoonosis que hemos experimentado en los últimos años, las vacas locas, la gripe aviar, la fiebre porcina, el sars, el ébola... son todas respuestas al avasallamiento permanente que la sociedad tiene sobre el medio natural", concluyó.