Montería.- Unos 200 representantes de 22 pueblos indígenas colombianos reivindicaron este viernes el saber tradicional para luchar contra el cambio climático, en el "I Foro sobre el Cambio Climático y los procesos de adaptación de los pueblos indígenas" que se realiza en el país suramericano.
Ataviados con vestidos tradicionales, los asistentes, provenientes de comunidades de los Andes, el Amazonas, el Pacífico, los Llanos Orientales y el Caribe, escucharon a líderes del sector y propusieron estrategias para detener el acelerado daño al planeta.
El líder del pueblo arhuaco Geremías Torres afirmó que "la tarea (es la) de recuperar y rebuscar el conocimiento de dónde esté para encaminarlo hacia la protección de la vida".
El foro fue apoyado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Jimena Puyana, coordinadora del Área de Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD, explicó que estos días también sirvieron para "tejer puentes" entre los saberes indígenas y el "conocimiento occidental".
En ese sentido, el PNUD está impulsando junto el pueblo indígena Zenú una iniciativa en la región de la Mojana que consiste en un sistema hidráulico tradicional ideado por ese pueblo que llegó a ser "el más grande del mundo", pero que fue destruido por el impacto de la ganadería extensiva, proyectos hidráulicos y la agricultura.
La Mojana, una subregión de 500 mil hectáreas en los caribeños departamentos de Bolívar, Córdoba y Sucre, regula los caudales de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, tres de los más importantes del país, y en ella viven algunas de las comunidades más pobres de Colombia.
Riesgo para las comunidades
La jornada de cierre y los paneles estuvieron marcados por un rechazo general contra los asesinatos de líderes indígenas del pueblo Nasa en el convulso departamento del Cauca, en el suroeste del país.
El Cauca está envuelto en una oleada de violencia que la semana pasada se cobró la vida de siete indígenas y de otras seis personas, crímenes atribuidos por el Ministerio de Defensa a disidentes de las FARC, que se disputan con otros grupos armados el control del territorio para el narcotráfico.
En este sentido, Gonzalo Ribera, dirigente Nasa, sugirió que las comunidades sustituyan los cultivos ilícitos en distintos plazos, aunque dijo hay un "desinterés" del presidente Iván Duque para llevar a cabo esta labor.
Ribera explicó además que para preservar el medioambiente han propuesto erigirse como "autoridades ambientales", pero "han recibido amenazas" porque "las multinacionales no están de acuerdo con que los territorios estén controlados por autoridades indígenas".
Mujeres como agentes de resistencia
El papel de la mujer en el liderazgo de la resistencia indígena frente a la emergencia climática también fue uno de los temas que se abordaron en el foro.
La indígena Embera y coordinadora nacional de jóvenes de la ONIC, Dayana Domicó, culpó de la destrucción del medioambiente a las multinacionales, la minería, el conflicto y a los grupos armados ilegales, pero sobre todo a "la falta de consulta previa a los territorios indígenas al daño sobre la tierra".
En ese sentido, Domicó reivindicó el papel de la mujer porque "no solamente crea vida sino que mantiene y continúa el proceso de la identidad cultural, y transmite el conocimiento de generación en generación".
Según el último informe de la ONU sobre la extinción de especies, se detalla que una de cada ocho está amenazada y que la destrucción de la naturaleza es más lenta donde viven los pueblos indígenas.
En Colombia, los pueblos indígenas habitan en bosques, páramos, desiertos, manglares y serranías, entre otros, cuya preservación se hace en función de la pervivencia de los pueblos nativos.