México.- Un equipo de investigadores de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aplicó una visión interdisciplinar para la transformación sociotecnológica con ecotecnias territoriales y procurar incrementar la resiliencia sociohidrológica mediante humedales construidos con el fin de resolver los problemas relacionados con el recurso hídrico en la Ciudad de México.
El proyecto de los Humedales Construidos –liderado por la doctora Miriam Alfie Cohen, investigadora del Departamento de Ciencias Sociales de la citada sede académica– comenzó en noviembre de 2019 y cuenta con financiamiento de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México y del British Geological Survey, Architectural Association School of Architecture y la University College London de Gran Bretaña.
La resiliencia sociohidrológica –un concepto sujeto a la vulnerabilidad que se refiere al riesgo, los desastres y las características económicas, políticas y sociales que experimenta la población de un territorio– es un sistema de interconexiones permanentes, dinámicas e integrales, con la capacidad social para enfrentar desafíos biofísicos, hidrológicos y ambientales.
Además, cuenta con una relación directa con el término de adaptación que significa enfrentar los retos y modificarlos para después absorber impactos, pero sobre todo renovarse y reorganizarse.
Cuajimalpa, territorio objeto de la investigación, posee gran cantidad de agua y bosque, 80 por ciento de su suelo es de conservación y tiene alrededor de 190 mil habitantes; es una zona de contrastes socioculturales –con tradición y modernidad– y socioterritoriales, ya que hay áreas periurbanas agrícolas, áreas naturales protegidas y una intensa expansión urbana.
En ese espacio fueron instalados cuatro humedales, cada uno con diferentes características; dos de ellos son de aguas grises, otro de aguas negras, y uno más que se encuentra en un colegio y que se utiliza para reciclar agua de baños.
La doctora Flor Yunuén García Becerra explicó que para lograr la instalación de esos sistemas, primero se llevó a cabo una serie de estudios que contempló mediciones para determinar la vulnerabilidad a partir de dos categorías: el estrés hídrico y la capacidad adaptativa. El primero es una forma de medir el estado del recurso y cómo puede satisfacer demandas del territorio y sus habitantes; la segunda es la habilidad de aprender de experiencias pasadas para ajustarse a escenarios futuros.
Para hacer esta medición se tomaron cuatro parámetros: la variabilidad de lluvia, escasez del bien, su explotación, es decir, cómo se está utilizando, y la contaminación del agua, ya sea por agentes químicos o naturales, dijo la académica del Departamento de Procesos y Tecnología de la Unidad Cuajimalpa.
A partir de las acciones realizadas, el equipo de la Unidad Cuajimalpa de la UAM y de Gran Bretaña desarrolló una herramienta de georreferenciación de datos que sirve para entender el estrés hídrico, la vulnerabilidad y la capacidad adaptativa para saber cómo se presenta el fenómeno en el territorio.
Este instrumento facilitó encontrar los lugares ideales para la colocación de los humedales construidos, su factibilidad y éxito, tener conocimiento del territorio, sus bienes y sus capacidades, y coadyuvar en la construcción de escenarios a futuro en el tema de escasez del líquido y los problemas que presenta el cambio climático.
El doctor en Dinámica Atmosférica por la Universidad de Salford, Andrew Barkwith, subrayó que esta herramienta permite tomar datos y utilizar la información para identificar las áreas de vulnerabilidad sociohidrológica, por lo que, una vez probada, se puede aplicar al resto de la Ciudad de México, ya que “resulta muy útil porque está a nivel casa-habitación, lo que nos permite entender la problemática a una escala muy local y contribuye a que la población utilice menos agua”.
El equipo de trabajo incluye también a Parakata, una empresa dedicada a erigir una nueva economía con base en la sustentabilidad, la resiliencia y el ecoemprendimiento.
Su director general, Fryederyk Paczkowsky, señaló que su objetivo para el caso de los humedales construidos y el ecoemprendimiento es construir marcos para la resiliencia y adaptación al cambio en Cuajimalpa y por extensión a la Ciudad de México, promoviéndolos como una alternativa resiliente de servicio descentralizado a través de modelos de ajuste al cambio climático.
Otro propósito es replicar y escalar los éxitos de este planteamiento para fortalecer su impacto en la comunidad y en los desarrollos futuros para sugerir estrategias que permitan mejorar la adaptabilidad y reducir la vulnerabilidad, así como trabajar con los gobiernos y los organismos locales para impulsar el ecoemprendimiento de las economías verdes y, por ende, promover empleos verdes.
Los especialistas participaron en la conferencia virtual binacional México-Gran Bretaña Vulnerabilidad, adaptación, y resiliencia sociohidrológica en la Ciudad de México: hacia un equilibrio vital.