Jalisco.- Con la finalidad de consolidar prácticas productivas sustentables en Jalisco, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) a través de las Juntas Intermunicipales de Medio Ambiente (JIMA), impulsa dos esquemas de trabajo: escuelas de campo y comunidades sostenibles.
La recién creada Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL) cuenta ya con una escuela de campo y actualmente está trabajando con 83 productores y productoras de los municipios de Amacueca, Atoyac, Sayula, Techaluta de Monte Negro, Teocuitatlán de Corona y Villa Corona.
Las escuelas de campo, que se implementan en coordinación con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), tienen el objetivo de fortalecer las capacidades de los productores y productoras para desarrollar buenas prácticas productivas a través de técnicas sustentables.
De esta manera se busca reducir el impacto en la biodiversidad y fortalecer la participación del sector ganadero en cadenas de valor de economía verde. A la fecha hay 35 escuelas de campo en Jalisco.
Por otro lado, en municipios de las regiones Sur y Sureste, a través de la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la Gestión Integral de la Cuenca del Río Coahuayana (JIRCO), se implementó una Iniciativa de Alternativas de Producción Sustentable (IAPS) con la finalidad de generar comunidades de aprendizaje sobre alternativas de producción rentables y amigables con el medio ambiente.
Este modelo parte de un enfoque de acción climática y se lleva a cabo a través de capacitaciones en huertos escuela para replicarse en huertos de traspatio. A la fecha, se está trabajando con más de 200 familias pertenecientes a 13 comunidades de los municipios de Concepción de Buenos Aires, Gómez Farías, Mazamitla, Pihuamo, Tecalitlán, Tonila, Tuxpan y Zapotiltic.
Entre los beneficios que ofrece el modelo de comunidades sustentables, se encuentran optimizar la capacidad productiva de los recursos naturales; fortalecer los procesos productivos en el sector agropecuario y ambiental con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la población, la participación y cohesión social; la promoción de hábitos saludables; además del fortalecimiento de capacidades técnicas y organizativas.
Estas comunidades asumieron el compromiso de disminuir en su totalidad los residuos orgánicos para recolección, ya que se integran por completo como abono a los huertos de traspatio; además realizan un manejo integral del agua con captación de agua de lluvia y reutilización de aguas grises.