Hace 45 años fue instaurado el Día Mundial de la Educación Ambiental en la entonces Yugoslavia durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental en el que participaron expertos de más de 70 naciones.
En 1975 se plasmaron los objetivos y principios guías de la Carta de Belgrado, en la que se incluye como meta la mejora de las relaciones ecológicas entre el humano y la naturaleza.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) este día se conmemora para hacer un recordatorio de que el modelo “tomar-usar-desechar” es capaz de agotar los recursos naturales, así como generar contaminación de aire, suelo y agua.
Subraya que la educación ambiental es un proceso permanente y una respuesta a la crisis que afecta al planeta, por ello la necesidad de una toma de conciencia individual y colectiva es imperativa.
Estas acciones fueron antecedidas por la Declaración de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano, realizada en Suecia en 1972 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Mientras que en 1977, la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental adoptó la Declaración de Tbilisi que establece el fomento de conciencia y la preocupación por la interdependencia económica, social, política y ecológica en áreas urbanas y rurales.
Además, proporciona a cada persona las oportunidades para adquirir el conocimiento, valores, actitudes, compromiso y habilidades para proteger y mejorar el medio ambiente, así como la creación de nuevos patrones de comportamiento hacia la naturaleza.