México.- Con mayores precios energéticos y tasas de aprendizaje tecnológico más veloces, el valor neto de ahorro aumentaría a 38.19 mil millones de dólares, sin contar los beneficios como aumentos en la productividad a largo plazo y mejoras en la salud pública señaló la Coalición para las Transiciones Urbanas en su reporte global “Emergencia Climática. Oportunidad Urbana”.
El organismo, que reúne a más de 50 organizaciones, describió en su reporte los beneficios sociales y económicos de crear ciudades compactas, conectadas y limpias con emisiones cero, ya que serán lugares con personas más saludables y más productivas.
“En el futuro las personas alrededor del mundo podrían vivir en ciudades en las que caminarían de manera rápida y segura al trabajo, la escuela y los parques, sobre calles tranquilas con una variedad de lugares para encontrarse y descansar", precisa el reporte.
"Los peatones y ciclistas podrían disfrutar de aceras protegidas y caminos llenos de árboles, tiendas y restaurantes. Los límites de velocidad en las calles serían lo suficientemente bajos como para que todos se sientan seguros de cruzar, incluso los adultos mayores y las personas con discapacidad", apuntó el organismo.
Los mercados están cambiando para apoyar una nueva economía baja en carbono y los países que no gestionen esta transición enfrentarán estancamiento cuando los sistemas de alto carbono se vuelvan incosteables
Aseveró que el transporte público ofrecería traslados convenientes y cómodos conectando cada distrito e inhibiendo el uso del automóvil. Además, con aire más limpio en las ciudades, el asma, las alergias y otras enfermedades respiratorias serian menos comunes.
El reporte presentó los casos de estudio como Medellín, en Colombia; Copenhague en Dinamarca; Indore en India; Windhoek en Namibia y Seúl en Corea del Sur, ciudades en donde los gobiernos trabajaron para mejorar la calidad de vida en dos o tres décadas.
El estudio encontró que, por el contrario, los gobiernos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y países coo Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica gastan colectivamente 41.6 mil millones de dólares al año subsidiando el consumo de energías fósiles en áreas urbanas, incentivando el crecimiento de las ciudades, la contaminación tóxica y el cambio climático.
Apuntó que los mercados están cambiando para apoyar una nueva economía baja en carbono y los países que no gestionen esta transición enfrentarán estancamiento cuando los sistemas de alto carbono se vuelvan incosteables o ya no cumplían con las regulaciones.
Estimó que se deben alinear políticas hacia ciudades compactas, conectadas y limpias; construir un sistema multilateral que permita incentivar ciudades inclusivas y carbono neutro; aumentar e incentivar las finanzas hacia infraestructura urbana sostenible, así como coordinar y apoyar la acción climática.
El estudio para crear estas ciudades traerá dividendos políticos a corto plazo y prosperidad nacional a largo plazo, finaliza el estudio.