México.- La Comisión Nacional Forestal (Conafor) brindó un apoyo de 218 mil pesos para capacitar a comunidades forestales de la Ciudad de México sobre la producción sustentable de setas como una alternativa de empleo.
La capacitación fue a cargo de especialistas de la Universidad de Chapingo y de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
Los instructores explicaron a las personas asistentes, que tan solo en la Central de Abastos de la Ciudad de México se comercializan más de cinco toneladas de setas por día, lo que representa el 73 por ciento de la producción nacional.
Estos volúmenes provienen de la producción rural y comercial de la región central del país: Estado de México, Ciudad de México, Puebla e Hidalgo, además las especies consumidas en nuestro país es el champiñon blanco, setas, champiñón café, shiitake y ganoderma.
Por lo que el curso consistió en qué a través del uso de ecotecnias, el ejido San Nicolás Tetelco de la Alcaldía Tláhuac y la Comunidad de San Salvador Cuahutenco en la Alcaldía de Milpa Alta, ambas de la Ciudad de México, aprendieran cómo recolectar el micelio (espora) preparar la paja donde se siembra, mantenerla a cierta temperatura para posteriormente cultivar las setas.
Las especies a cultivar son Pleurotus ostreatus, Pleorotus djamour, Pleorotus cornicopea y Pleorotus pulmonaris, conocidas como setas u orejas.
Las setas se consideran un recurso forestal no maderable que crecen en los bosques templados. Mediante esta técnica, se evita que sean recolectadas de su hábitat natural, además, las comunidades aprenden cómo utilizar sus recursos naturales ya sea para el autoconsumo o bien para la autogeneración de empleo.
Para ambos núcleos agrarios, es la primera vez que reciben un apoyo de este tipo de parte de la Conafor con el Programa de Apoyos para el Desarrollo Forestal Sustentable bajo el concepto Desarrollo de Capacidades Gerenciales.
El apoyo económico de más de 200 mil pesos fue destinado a la capacitación de 40 horas, tanto de teoría, como de práctica.
Cabe mencionar que en los años noventa inició en Latinoamérica una constante participación y establecimiento de empresas nacionales y extranjeras productoras, maquiladoras y comercializadoras de hongos comestibles, motivo por el que la Conafor impulsa este tipo de proyectos.