San José.- Claudia Dobles, quien se encarga de coordinar los temas de movilidad explicó que el Gobierno de Costa Rica “trabaja mediante una coordinación interinstitucional para concretar las acciones que permitan la inclusión de los autobuses eléctricos. Estamos acompañando a los operadores para que encuentren las condiciones habilitantes tanto en infraestructura eléctrica como en la tarifa para la carga en los planteles”.
Como parte de las iniciativas, el estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció que brindará los estudios y el acompañamiento técnico para facilitar la infraestructura eléctrica básica en los planteles de los operadores de buses que inicien la transición a la tecnología eléctrica.
La infraestructura se refiere a la red de distribución, transformadores y medición inteligente, la cual será implementada de acuerdo con las necesidades y la ubicación del plantel de cada operador.
La otra arista es la de una tarifa especial eléctrica para la recarga de autobuses eléctricos, la cual será elaborada por la Autoridades Reguladora de los Servicios Público (ARESEP), y que estará lista durante el primer trimestre del 2020.
El cambio de la flotilla de transporte a tecnología eléctrica es uno de los puntos clave del Plan Nacional de Descarbonización, presentado en febrero pasado por el Gobierno del presidente Carlos Alvarado, y que pretende eliminar el uso de combustibles fósiles al año 2050.
El martes, los estatales Banco Popular, Banco Nacional y Banco de Costa Rica anunciaron una alianza para brindar facilidades de crédito para la compra de vehículos y autobuses eléctricos, con el fin de alcanzar una movilidad sostenible con el ambiente.
En los últimos meses el Gobierno ha venido impulsando acciones para estimular el uso de vehículos eléctricos y al final de 2019 espera contar con 34 centros de recarga instalados en diversas partes del país.
Costa Rica, un país de 5 millones de habitantes que alberga el 5 porciento de la biodiversidad mundial, es reconocido internacionalmente por sus políticas ambientales que le han permitido tener bajo protección cerca de una tercera parte de su territorio.
Este país también produce el 98 por ciento de su electricidad con fuentes limpias, pero su gran deuda es el uso de los combustibles fósiles que producen el 70 por ciento de las emisiones de gases contaminantes del país, principalmente la flota de transporte.