Nueva York.- En un almuerzo informativo con medios coincidiendo con la Asamblea General de la ONU, el consejero delegado (CEO) y primer ejecutivo de Abanca, Francisco Botas, señaló que, previsiblemente, las "financiaciones a temas alineados con los Principios serán más blandas" y puso como ejemplo las energías renovables y actividades relacionadas con la pesca y la agricultura.
Los principios promovidos por la Iniciativa Financiera del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP FI) son una "guía para el sector bancario global para responder, impulsar y favorecer el desarrollo sostenible de la economía", según dijo el secretario general de la ONU, António Guterres.
Suscritos por 130 entidades este domingo, casi un tercio del volumen bancario global, los principios pasan por un alineamiento del negocio bancario con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
"Estábamos presentes 40 CEO de todo el mundo y fue un acto simbólico pero importante por lo que refleja: somos competidores compartiendo mensajes y compromisos. Alinearnos, traducirlos en objetivos, metas y acciones a desarrollar, mejorar los impactos positivos y reducir los negativos", repasó el ejecutivo de Abanca.
Botas apuntó que desde el lanzamiento de la entidad en 2014 la responsabilidad social ha sido uno de los vectores de Abanca, puesto que dedica parte de sus beneficios a la colaboración con el entorno, y además en los últimos tiempos ha hecho esfuerzos de eficiencia energética.
Con un 42 por ciento de cuota en el noroeste de España, hoy la firma está presente en once países, entre ellos Estados Unidos, México, Panamá, Venezuela, Brasil y Argentina, y cuenta con unos 6 mil empleados.
Recientemente adquirió Deutsche Bank Portugal, una "operación transfronteriza" favorable porque "el mercado portugués es muy complementario con Galicia", y también ha recibido autorización de los reguladores para comprar la filial española de Caixa Geral de Depósitos.
Respecto a la situación de la economía en España, Botas reconoció que "venimos de crecimientos mayores" pero dijo también que "tenemos un ritmo más sano que Europa", y opinó que se podría producir una desaceleración dependiendo del marco político.
"Los que gobiernen y legislen tienen que ser sensibles para que las medidas que adopten se adecúen al ritmo de la economía", agregó.