CDMX.- El biólogo Armando Amin señaló que por desconocimiento algunos visitantes alimentan a los animales que habitan los cuerpos de agua que hay en el Bosque de San Juan de Aragón, sin embargo, con esta práctica se dañan los ecosistemas.
Cuando se alimenta a los animales se causa un daño al cuerpo de agua, que se ve forzado a trabajar más de lo que debería, ya que “por un lado aplica la función de limpiar el entorno y por el otro la gente lo contamina”, dijo el Coordinador del humedal.
“Aquí viene mucha gente con su bolsa de papas y de tortillas, se las dan de comer a los patitos, no tienen maldad en sus actos, pero tampoco se dan cuenta que contaminan el agua, enferman a los animales y se vuelve como un lugar para tirar la comida que sobró y esto puede atraer a fauna nociva”, manifestó Amin Eldin.
El Coordinador explicó que el color verde del agua en estos espacios no quiere decir que está sucia, sino que el color se debe a las algas: “La gente asocia el color verde con sucio, pero en realidad son algas verdes microscópicas que al ser vegetales llevan a cabo el proceso de fotosíntesis. Si tomáramos un poco de agua y la sacáramos no es tan verde por ser millones de algas que le dan esa coloración y no podemos prescindir de ellas porque son el origen del sistema”.
De acuerdo con el biólogo, estos cuerpos de agua son espacios agradables y tranquilos, pues en el lago artificial se pueden localizar entre seis y siete especies diferentes de peces como la tilapia o mojarra tilapia, charales y mupis. El charal, agregó, es un animal nativo del Valle de México que gozaba de trascendencia en la tierra de los antiguos mexicanos y su conservación es importante no sólo como valor biológico sino también histórico.