México.- Con el fin de que el campo mexicano que utiliza sistemas de riego incremente su productividad y alcance un uso más eficiente del agua, se prevé que los recursos de los programas federalizados en materia de infraestructura hidroagrícola, destinados por el gobierno de México para el año 2023 sean mayores a los del presente año.
Asimismo, en el seno del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, actualmente se trabaja en la aprobación de volúmenes de agua destinados al sector agrícola, lo que permitirá dar certeza sobre los volúmenes con los que contarán los productores para los próximos ciclos.
Así lo dio a conocer el subdirector general de Infraestructura Hidroagrícola de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Aarón Mastache Mondragón, durante la tercera sesión ordinaria de los consejos de Administración y Vigilancia de la Asociación Nacional de Usuarios de Riego (ANUR).
Mastache Mondragón señaló que la Conagua ha establecido una relación de respeto y colaboración con los usuarios agremiados en la ANUR, lo que permite dar un nuevo impulso al trabajo y renovar los esfuerzos para fortalecer la productividad del sector, con un uso más sustentable del agua.
Hizo énfasis en que, una vez pasada la pandemia, el sector, como el país en general, se enfrenta al reto estratégico de contar con alimentos suficientes para la población. Por ello, agradeció los esfuerzos de los productores, ya que han sido ejemplo de trabajo, incluso durante la crisis sanitaria. Ahora, para hacer frente al tema de la inflación, subrayó, se ha recibido la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, de apoyar al sector e impulsar la producción con un uso sustentable del agua, como lo hacen los usuarios que utilizan sistemas de riego.
En ese sentido, apuntó, Conagua ha ratificado el compromiso de mantener los apoyos, los cuales en 2022 sumarán un total de aproximadamente 2 mil millones de pesos para los diferentes distritos de riego del país.
Explicó que entre todos los temas que se trabajan con el sector agrícola, uno de los principales es la autorización de los volúmenes anuales a los 86 distritos de riego, lo que actualmente se discute en el seno del Comité Técnico de Operación de Obras Hidráulicas, integrado por representantes de Conagua, instituciones académicas y otras dependencias del Gobierno Federal, que toman decisiones estrictamente técnicas.
Informó que, hasta ahora, se ha aprobado un volumen de casi 26 mil millones de metros cúbicos para el próximo ciclo agrícola. Adelantó que el total del volumen aprobado podría darse a conocer en aproximadamente dos semanas.
En cuanto a la capacitación, expuso que es fundamental, pues permite que los módulos se mantengan actualizados en temas técnicos que favorecen un uso más eficiente del agua, mediante la tecnificación del riego, cuyo beneficio primario es producir más con menos recurso hídrico.
Sobre las reglas de operación de subsidios, expuso que se revisan coordinadamente con los usuarios, con el fin de que sean más sencillas y faciliten la aplicación de los recursos para alcanzar mejores condiciones de competitividad.
Asimismo, aseveró que se trabaja con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social para actualizar las zonas de vulnerabilidad e incluir regiones hasta ahora no consideradas.
Concluyó que, de manera particular, los usuarios pueden contar con el apoyo de Conagua para incrementar la producción agrícola, en beneficio del sector y del país.
En su momento, el presidente de la ANUR, Alejandro Salcedo Ruiz, hizo énfasis en que la Conagua es el principal aliado de los integrantes de la organización, ya que ha sido evidente el apoyo institucional, lo que se ha reflejado en los resultados del sector. Por ello, agradeció el trabajo conjunto y la apertura institucional hacia las necesidades de los usuarios.
Finalmente, señaló que en la actual administración ha habido un especial acercamiento entre el gobierno federal, mediante la Conagua, con los usuarios, quienes están comprometidos en reforzar ese canal para lograr un mejor desarrollo del sector agrícola, lo que se traduce en el incremento en la producción de alimentos y, por tanto, en avances hacia la suficiencia alimentaria de México.