Washington, DC.- El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó hoy un Préstamo para políticas de desarrollo (DPL, por sus siglas en inglés) por un monto de US$250 millones para apoyar los esfuerzos de Guatemala para proteger y mejorar el capital humano de los pobres y vulnerables, sentar las bases de una recuperación sostenible y verde, promover la transparencia del sector público y mejorar la administración de ingresos.
El “Segundo préstamo para políticas de desarrollo para la respuesta y recuperación de la crisis en Guatemala” de US$ 250 millones es el segundo y último préstamo de una serie programática de financiamiento de políticas de desarrollo. El primer préstamo, de US$500 millones, fue aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial el 17 de diciembre de 2020 y aprobado por el Congreso de Guatemala el 18 de mayo de 2022.
“El Gobierno de Guatemala está comprometido con impulsar acciones para alcanzar un mayor crecimiento económico sostenido, la promoción en inversión productiva y el fortalecimiento de la transparencia y eficiencia en la gestión del gasto público, con el propósito de aumentar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de la población guatemalteca, en especial de los grupos más vulnerables", dijo Edwin Martínez, ministro de Finanzas Públicas de Guatemala.
Este programa permitirá obtener un ahorro para el Estado por un monto de US$ 88.1 millones, equivalente a Q692.0 millones, ya que se realizará una sustitución de fuente de financiamiento al no colocar bonos del Tesoro y utilizar los recursos del préstamo del Banco Mundial para el presupuesto 2023”, agregó.
Esta operación amplía el apoyo del Banco Mundial a las prioridades de política del Gobierno de Guatemala, que incluyen:
- Reformas para revertir las pérdidas de capital humano provocadas por la pandemia de la COVID-19 y abordar la exclusión de hogares pobres y vulnerables mediante el fortalecimiento de los sistemas de protección social, la ampliación del acceso a los servicios de atención médica y la mejora de la salud materna y neonatal para poblaciones indígenas,
- Medidas de adaptación y mitigación para hacer frente a las amenazas del cambio climático, así como medidas para mejorar el acceso a la financiación para las MIPYME y la facilitación del comercio regional, y
- Medidas para mejorar la administración de los ingresos fiscales y aumentar la transparencia en el uso de los recursos públicos y la gestión de la deuda pública.
Se espera que las reformas respaldadas por el DPL contribuyan a los siguientes resultados, entre otros, i) aumentar el número de beneficiarios directos de transferencias monetarias focalizadas de 166 mil familias en 2019 a 220 mil en 2024; ii) ampliar la cobertura geográfica del programa de alimentación escolar en escuelas públicas para aumentar el número de beneficiarios de 2.56 millones en 2019 a 3.01 millones de estudiantes en 2024; iii) institucionalizar servicios de salud culturalmente sensibles para poblaciones indígenas; iv) reducir el tiempo de despacho de los envíos en el puesto fronterizo Tecún Umán II (de un promedio de 5 horas en 2020 a 2 horas en 2024); v) la operatividad de un Fondo Nacional de Cambio Climático; y vi) aumentar la tasa de cumplimiento del Impuesto al Valor Agregado a por lo menos 77.5 por ciento.
“El Banco Mundial está comprometido a ayudar a Guatemala a sentar las bases para una recuperación inclusiva, sostenible y verde y allanar el camino para una reducción efectiva de la pobreza, una mayor prosperidad compartida y abundantes oportunidades económicas, productivas y de desarrollo para todas las personas en el país”, dijo Marco Scuriatti, representante residente del Banco Mundial en Guatemala.
El Segundo préstamo para políticas de desarrollo para la respuesta y recuperación de la crisis en Guatemala, de US$250 millones, tiene un vencimiento final de 17.5 años, incluido un período de gracia de 5 años.