Gland, Suiza.- Los estados miembros de la ONU deben ponerse de acuerdo este año sobre cómo proteger y gestionar la alta mar, que cubre la mitad del planeta. La alta mar juega un papel vital en el apoyo a las pesquerías, proporcionando hábitat para cientos de miles de especies y mitigando los impactos del cambio climático, sin embargo, actualmente son muy poco reguladas, lo que resulta en una explotación generalizada.
Las aguas internacionales personifican la tragedia de los comunes. Debido a que no ‘pertenecen’ a nadie, han sido tratadas negligentemente y con impunidad.
WWF hizo un llamado a los estados miembros de la ONU para que acuerden un tratado global ambicioso y legalmente vinculante para proteger la vida marina en las dos terceras partes del océano que se encuentran más allá de la jurisdicción nacional, cuando se reúnan en la quinta sesión de la Conferencia Intergubernamental este agosto.
“Las aguas internacionales personifican la tragedia de los comunes. Debido a que no ‘pertenecen’ a nadie, han sido tratadas negligentemente y con impunidad. Necesitamos un mecanismo de gobernanza común para nuestro océano para garantizar que las aguas de nadie se conviertan en aguas de todos, y responsabilidad de todos”, dijo Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.
“Cincuenta naciones ya se han comprometido a alcanzar un ambicioso tratado de los océanos que sentaría las bases para proteger el 30% del océano y evaluar el impacto ambiental de las actividades en alta mar. Hacemos un llamado a los demás estados miembros de la ONU para que hagan lo mismo y traigan a casa un resultado contundente después de años de negociaciones".
"Los líderes deben entregar un tratado de biodiversidad robusto y equitativo para la alta mar que pueda ayudarnos a revertir la pérdida de la naturaleza esta década y asegurar, para todos, un futuro más saludable y sostenible”, agregó.
El tratado de los océanos puede cambiar las reglas del juego para proteger los valores naturales excepcionales de alta mar y construir resiliencia para las pesquerías económicamente importantes. Pero esto requiere que los negociadores den un paso al frente para prestar atención a las ambiciones globales.
Las ambiciones globales de proteger el 30% de nuestros océanos para 2030 no se pueden alcanzar sin un marco para designar y administrar áreas protegidas más allá de la jurisdicción nacional. El tratado de los océanos bajo negociación tiene como objetivo detallar a las naciones, a través de un mecanismo de gobernanza sólido y equitativo, cómo conservar y utilizar de manera sostenible los recursos compartidos de alta mar.
Al mismo tiempo, dicho mecanismo puede beneficiar a quienes dependen de la pesca para su seguridad alimentaria y medios de vida al establecer restricciones en áreas protegidas que prevengan la sobrepesca y otras prácticas destructivas, preparando el camino para lograr poblaciones de peces más saludables.
El océano absorbe más del 90% del exceso de calor del planeta causado por el calentamiento global inducido por la humanidad, y este factor estresante se ve exacerbado por la sobrepesca y la contaminación.
Un tratado de los océanos firme puede mitigar algunas de estas amenazas y brindar a nuestro océano, el sumidero de carbono más grande del planeta, la oportunidad de recuperarse.
Para que el nuevo tratado esté a la altura de su potencial para cambiar de las reglas del juego, WWF hizo un llamado a los negociadores para que resuelvan cuestiones clave*, específicamente, proporcionar una cooperación mejorada; garantizar la designación y el monitoreo de áreas marinas protegidas en alta mar; someter todas las actividades planeadas en alta mar a un proceso de evaluación de impacto ambiental; aclarar la elección del régimen para el manejo de los recursos genéticos marinos; y poner en marcha y fortalecer la creación de capacidades, la transferencia de tecnología y los mecanismos de reporte.
“El océano está bajo presión por el aumento de las actividades humanas, y un nuevo tratado es esencial para aliviar esa presión al garantizar que todas estas actividades sean gestionadas de manera integral, poniendo en el centro a la biodiversidad marina, a las funciones y a los servicios de los ecosistemas para la humanidad. Solo entonces podremos colocar al océano en el camino de la recuperación y la sostenibilidad”, dijo Jessica Battle, Experta Senior en Políticas y Gobernanza Global de los Océanos para WWF.
“Dejar la mitad de nuestro planeta en una situación de “ley de la selva” mal regulada no beneficia a nadie, al final. Esta sesión de negociación debe aspirar al compromiso más ambicioso posible. Es hora de dejar de lado el interés propio y tomar las decisiones correctas para el futuro de nuestro océano, nuestro clima y nuestras comunidades”.
* Esta es una comunicación oficial de World Wildlife Fund (WWF) bajo una licencia Creative Commons.