Benito Juárez.- Como parte de las estrategias de educación y sensibilización ambiental implementadas por el proyecto Caribe Circular, que busca prevenir la contaminación por residuos plásticos en los mares de Centroamérica y el Caribe, entregó a la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del gobierno de Quintana Roo, materiales didácticos ambientales en los que destaca la temática de Economía Circular, atendiendo al Objetivo de Desarrollo Sostenible 12, el Plan Estatal de Educación Ambiental, y la Ley General para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos del Estado de Quintana Roo.
El proyecto Caribe Circular de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, en coordinación con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y con la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente del Estado (SEMA) de Quintana Roo, México. Está financiado por la Unión Europea (UE) y el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania.
La Lotería circular y La fuga favorecen el aprendizaje, durante cada sesión formativa, el educador o facilitador guía a que los participantes asocien conocimientos, experiencias y valores previos o actuales sobre los contenidos del juego, permiten una apropiación de los conceptos, aún incluso en un contexto simulado, como sucede en un juego y sobre todo transitar a revalorización de los hábitos diarios desde lo individual a lo colectivo.
La Lotería circular se basa en la lotería mexicana, en donde las cartas tradicionales se han cambiado por conceptos e ideas relacionadas al manejo de residuos dentro del modelo económico de economía circular para hacer visibles las consecuencias que generan nuestros hábitos de consumo, la generación desmedida de residuos, el uso de plásticos desechables, la contaminación del océano por plásticos y conocer las prácticas que nos pueden llevar a frenar tales problemas y generar un cambio.
La fuga, es un material didáctico que aborda, a través del juego, dos problemáticas en las que urge poner atención: nuestros hábitos actuales de consumo y el uso excesivo de plásticos que “se fugan” hacia el mar, los ríos, la selva, los manglares, los cenotes y terminan contaminando el océano.