Ciudad de México.- El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) México y Fundación AXA México anuncian una colaboración para promover la agricultura regenerativa en la Cuenca Copalita-Zimatán-Huatulco (CZH) de Oaxaca, México.
Esta alianza implementará el desarrollo de prácticas productivas sostenibles y promoverá el uso de innovaciones tecnológicas que restauren la salud de los suelos agrícolas e incrementen su capacidad de absorción de carbono.
De acuerdo con datos de WWF México, 447 localidades – incluyendo a comunidades indígenas zapotecas – viven en las partes baja, media y alta de la CZH y dependen de la salud de sus ecosistemas. En las últimas décadas, la tala ilegal, la deforestación y los efectos nocivos del cambio climático, han provocado una disminución en la calidad y cantidad del agua de la cuenca y la erosión de sus suelos, poniendo en riesgo los medios de vida de estas comunidades.
Durante los tres años que durará esta colaboración, WWF y Fundación AXA México promoverán el modelo de agricultura regenerativa, práctica que mejora la salud de los suelos y su capacidad de absorción de carbono a través del uso de biofertilizantes que favorecen su remineralización.
Además, este modelo de agricultura regenerativa, permeará a 13 empresas comunitarias de conservación (ECC) ubicadas en las partes baja, media y alta de la cuenca.
El proyecto promueve la conservación de los bosques de la región y cuida el uso responsable del agua, favoreciendo el flujo del río Copalita, que desemboca frente a las Bahías de Huatulco y alimenta al arrecife ubicado en esa costa.
“Los ecosistemas saludables permiten que las comunidades locales sean autosuficientes, reduzcan costos de producción y mejoren su competitividad y medios de vida. Esta colaboración promoverá la agricultura regenerativa junto con las empresas comunitarias de la cuenca, aliadas estratégicas en la conservación de este paisaje”, mencionó María José Villanueva, directora de Conservación de WWF México.
El proyecto beneficiará directamente a 286 miembros de las ECC – de las cuales 151 son mujeres – e indirectamente a 1,362 habitantes de la cuenca. Para lograrlo, se enfocará en cinco componentes:
- Innovación y tecnología: capacitar a las 13 ECC en el uso de innovaciones tecnológicas para analizar la salud y calidad de los suelos, producir biofertilizantes y composta, así como recopilar datos forestales. Estas innovaciones incluyen drones y equipo para analizar suelos, molinos pulverizadores de rocas, volteadores de composta y biofábricas.
- Educación: impulsar el intercambio de conocimientos locales, técnicos y científicos con la construcción de un centro de capacitaciones, el establecimiento de 13 parcelas demostrativas y la organización de intercambios entre estudiantes, académicos, técnicos y campesinos.
- Eco-social y de género: diseñar y llevar a cabo un análisis de consumo familiar y de costos y ventas de las 13 ECC, y talleres para fortalecer estructuras organizativas y la perspectiva de género entre las empresas.
- Naturaleza: monitorear el uso del agua y fertilidad de los suelos y desarrollar un plan de tratamiento para los suelos de las parcelas.
- Comunicación: generar y diseminar conocimientos y lecciones aprendidas en las 13 ECC a nivel regional, a través de materiales de comunicación que promueven los beneficios de la agricultura regenerativa.
“Desde 2019, Grupo AXA a través de WWF Francia ha apoyado el trabajo de conservación de la biodiversidad en la cuenca con el fortalecimiento de 3 viveros especializados en producción de plantas nativas para cada nivel de esta región. Ahora, a través de Fundación AXA México, daremos el siguiente paso para apoyar prácticas de agricultura regenerativa que permitan a las comunidades respetar y cuidar de nuestros recursos naturales”, dijo Ingrid Cerwinka, directora de Fundación AXA México.
Durante 16 años, WWF ha trabajado en esta cuenca conservando la biodiversidad del paisaje, fortaleciendo la gobernanza del agua entre actores locales y promoviendo prácticas de agricultura sostenible, con un enfoque basado en la participación y el compromiso de las comunidades rurales. Este trabajo involucra a las mujeres y jóvenes como actores clave para la sostenibilidad de los proyectos.