Bruselas.- El 73% de los europeos opina que la legislación comunitaria debería asegurar que los productos vendidos en la Unión Europea son sostenibles y que no conducen a una pérdida de biodiversidad, según una encuesta encargada por la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) publicada este miércoles.
El 76% de los encuestados cree que la UE debería aumentar su compromiso con la protección de bosques y ecosistemas y el 74% defiende que los Veintisiete fijen un criterio propio en relación con los estándares que deben respetar los alimentos importados.
En torno a la mitad de los europeos (51%) deja la responsabilidad de reducir el impacto ambiental de los alimentos en manos de los gobiernos, mientras que el 49% menciona a los fabricantes y el 41% a la UE.
Anke Schulmeister-Oldenhove, representante de WWF para la UE, subrayó que las respuestas muestran las ganas de cambio de los consumidores.
"Entienden que hay un vínculo directo entre lo que comen y la destrucción de la naturaleza, desde los fenómenos meteorológicos extremos a las inundaciones y sequías o los incendios en el Amazonas", señaló.
La ONG considera que la UE debe "escuchar a los ciudadanos", con nuevas normas que aseguren que los productos son sostenibles y que sean respetadas en todos los estados miembros.
Estos resultados se basan en recientes investigaciones que revelan que más de la mitad de los europeos está tratando de comer de manera más sostenible, pero siente que existen barreras para hacerlo, incluido un etiquetado poco claro y la falta de información sobre los impactos ambientales y sociales de lo que compran.
De hecho, solo el 23% de los encuestados sabe que comer huevos puede estar relacionado indirectamente con el daño al medio ambiente, ya que las aves se alimentan de soja, un producto importado a la UE que causa una enorme deforestación tropical, señala la ONG.
Se espera que el próximo 17 de noviembre la Comisión Europea presente una nueva legislación para frenar el impacto del consumo de la UE en la deforestación y la degradación forestal.
Según la ONG aún no se sabe si la propuesta también cubrirá los productos relacionados con la destrucción de pastizales y otras áreas víctimas de la expansión de la agricultura que alimenta los mercados de la UE.