El “Atlas del Socioecosistema: Río Grande de Comitán-Lagos de Montebello, Chiapas”, elaborado por científicos de la UNAM, contiene información sobre el hábitat, las personas que lo habitan y utilizan sus recursos, así como la razones por las cuales parte de los lagos de la zona han perdido su coloración turquesa y diversos azules.
Marisa Mazari Hiriart, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional, y coordinadora de la publicación -junto con Paola Massyel García Meneses-, precisó en entrevista:
El documento es un apoyo para los tomadores de decisiones y se espera influir en las instituciones. Estamos hablando de uno de los estados más ricos en biodiversidad, pero con condiciones de vida no muy buenas; trabajamos con comunidades con un alto grado de marginación, donde tratamos de influir, por ejemplo, en la mejora del agua que tienen disponible para uso y consumo humano. Los investigadores han insistido en que se deben superar las condiciones de la planta de tratamiento de aguas residuales de Comitán, donde está la mayor población de la cuenca.
La investigadora del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad recordó que el proyecto de investigación -que derivó en la elaboración del Atlas- inició hace 12 años cuando la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) invitó al investigador del Instituto de Geofísica, Oscar Escolero Fuentes, para indagar el problema de la contaminación del vital líquido en la región.
Él, a su vez, convocó a investigadores de los institutos de: Geología, Geofísica, Biología, Ecología, Ingeniería; de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala y de la Facultad de Ciencias, para trabajar con las comunidades, así como de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas, CONAGUA y a autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
El documento ofrece una visión de lo que ocurre en la cuenca, considerando los factores humano y biológico, además de los biofísicos. El sistema lagunar está formado por más de 52 lagos. Actualmente la mayoría de los de planicie tiene alguna afectación, en ellos desemboca el río. Estos presentan agua verde y con alta turbidez. Sin embargo, los que se ubican en zonas más altas y no están interconectados mantienen su transparencia y color turquesa o azul marino.
Durante la investigación, los expertos encontraron que geográficamente se trata de un sistema kárstico (suelos altamente calcáreos con carbonato de calcio), como el de la península de Yucatán, donde lo que sucede en la superficie se infiltra y afecta el agua subterránea.
Debido a que el Río Grande de Comitán transporta aguas residuales sin el adecuado tratamiento, se afecta al sistema en general; a ello se suma el agua de retorno agrícola con un exceso de nutrientes y materia orgánica, lo que genera un proceso de eutrofización.
Mazari Hiriart agregó que a partir del comienzo del proyecto las autoridades estuvieron interesadas en presentar propuestas de diferentes sistemas de tratamiento. Por ejemplo, con investigadores del II se revisó la planta de tratamiento de aguas residuales de Comitán y se estableció comunicación con la Secretaría de Obras del Estado.
Más acciones
Como ejemplo del trabajo realizado, la doctorante Gemma Abisay Ortiz Haro comentó que con agricultores de pequeña escala que siembran la milpa se ha trabajado para conocer su percepción en el cambio de las condiciones del clima, si ello afectaba sus cultivos en los últimos años, además de indagar sobre los rendimientos o presencia de plagas.
Varias comunidades elaboraron en conjunto con el grupo su calendario del ciclo agrícola anual, es decir, cuándo limpian la tierra, la fecha de las cosechas, cuántos ciclos de cultivo hay, qué hacen ante crisis climáticas. Ortiz Haro destacó que lamentablemente se carece de conocimiento para adaptarse a esas condiciones adversas, solo esperan a que llueva; o bien, diversifican sus actividades al irse a Comitán o a otras zonas turísticas.
Para su tesis de maestría ayudó en la revisión de la calidad del agua en diferentes puntos del río Grande de Comitán y lagos del Parque Nacional. Encontró que hay numerosas especies introducidas, especialmente la tilapia, lo cual es un problema, aunque todavía hay nativas. Los lagos prístinos son poco ricos en especies, y no hay introducidas.
A su vez, Patricia Pérez Belmont, secretaria técnica del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones, añadió que debido a que dentro de los objetivos de esta actividad académica están difundir las políticas socioambientales y apoyar la investigación, el Atlas es de gran ayuda porque contiene información que pueden utilizar desde los tomadores de decisiones hasta miembros de las comunidades.