Cuando se habla de la abundancia de vida en la Tierra, la mente suele divagar hacia los animales, pero la conciencia sobre la diversidad vegetal está experimentando un rápido crecimiento.
En nuestro planeta, aproximadamente 300,000 especies de plantas con flores prosperan, superando en número a muchas especies animales. Las plantas no solo son una parte integral de la vida, sino que representan el 82% de la masa total de la vida terrestre, señala una publicación en The Conversation.
Este resurgimiento botánico ha sido testigo de un auge en la participación de actividades basadas en plantas, desde el cultivo de plantas de interior hasta la búsqueda de alimentos silvestres y la jardinería al aire libre.
Los científicos especializados en plantas y cofundadores de Let's Botanize, Jacob S. Suissa y Ben Goulet-Scott, han sido testigos de este florecimiento y de cómo la botánica se ha convertido en una herramienta poderosa para enseñar ecología, evolución y biodiversidad.
La botánica tiene una historia rica y compleja. Desde la colonización forzada de islas para monopolizar especias en el siglo XVII hasta la obsesión victoriana por los helechos en el XIX, la botánica ha estado intrínsecamente vinculada a la exploración y el imperialismo. Sin embargo, en la actualidad, muchos jardines botánicos y arboretos han transformado su misión hacia la educación, la investigación científica y la conservación de la biodiversidad.
A pesar de este renacer, el 40% de las especies vegetales del mundo están en peligro de extinción, incluyendo muchas que aún no han sido identificadas. La botánica, por lo tanto, emerge como una herramienta vital para comprender y preservar la vida vegetal.
Las plantas no solo proporcionan el sustento para nuestras casas y alimentos, sino que también generan el oxígeno que respiramos. A pesar de su papel esencial, la disparidad en el conocimiento de las plantas persiste, llevando a una subestimación generalizada de su diversidad e importancia.
La investigación respalda la conexión entre el tiempo al aire libre, rodeado de plantas, y la mejora del bienestar físico y mental. La botánica ofrece una forma única de practicar la atención plena, yendo más allá de la observación superficial y sumergiéndose en las complejidades de la vida vegetal.
Además, la botánica se presenta como una alternativa valiosa a las redes sociales, ofreciendo una pausa en la individualización extrema de las plataformas en línea y fomentando la participación en comunidades humanas y no humanas locales.
Herramientas para explorar el mundo botánico
Los autores del artículo argumentan que para iniciar un viaje botánico no se requiere grandes inversiones ni viajes lejanos, para ello proponen algunas herramientas simples que pueden abrir las puertas del mundo vegetal son:
- Una lente de mano, esencial para observar los detalles más pequeños.
- Una guía de campo local, un libro de referencia para identificar plantas.
- Aplicaciones de identificación de plantas, como Seek, que utiliza algoritmos avanzados para confirmar identificaciones.
- Clubes botánicos locales, donde se pueden aprender y compartir conocimientos con personas con intereses similares.
Para cultivar un interés botánico duradero, puedes encontrar una planta que te emocione o tenga significado personal. La botánica, lejos de ser simplemente una afición del pasado, puede evolucionar como una práctica esencial del siglo XXI.
Reimaginar las plantas como miembros fundamentales e interconectados de la vida en la Tierra es esencial para asegurar la sostenibilidad y preservar la riqueza botánica de nuestro planeta.
La botánica, entonces, no es solo un pasatiempo, sino una herramienta para cuidar y comprender nuestro mundo en evolución.