Washington - Un nuevo estudio revela que el géiser Steamboat de Yellowstone lleva décadas sufriendo periodos de sequía provocados por un historial de sequías. Con el aumento de las temperaturas globales, se prevé que el Oeste americano se vuelva más seco. Según los investigadores, una sequía prolongada en esta región podría ralentizar, y posiblemente detener, las famosas erupciones de géiseres del Parque Nacional de Yellowstone.
"Incluso pequeños cambios en las precipitaciones podrían afectar al intervalo entre erupciones", explicó Shaul Hurwitz, hidrólogo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) que dirigió el estudio. "Así, más agua significa erupciones más frecuentes, mientras que menos agua significa erupciones menos frecuentes".
Los géiseres necesitan unas condiciones muy específicas para formarse, como una fuente de agua, suministro de calor y la fontanería geológica adecuada. Condiciones ambientales como la sequía pueden desequilibrar la balanza y provocar la inactividad de los géiseres.
El nuevo estudio, publicado en Geochemistry, Geophysics, Geosystems, una revista de la AGU que cubre la investigación sobre la química, la física, la geología y la biología de la Tierra y los procesos planetarios, utilizó madera parcialmente mineralizada del géiser Steamboat para reconstruir sus periodos pasados de inactividad y determinar qué causaba los periodos de sequía del géiser.
Steamboat, el géiser activo más alto del mundo, puede rociar agua hasta unos 115 metros de altura durante 90 minutos seguidos. A diferencia del géiser Old Faithful del parque, Steamboat no entra en erupción según un calendario predecible, con intervalos que oscilan entre tres días y 50 años, según el USGS. Ahora, los investigadores intentan comprender por qué la actividad del géiser ha aumentado y disminuido a lo largo de los siglos.
Cuando Steamboat entra en erupción, el rocío de agua caliente del géiser cubre los árboles cercanos de sílice, un mineral que puede impedir su descomposición. Esta niebla de sílice asfixia lentamente a los árboles, acabando por matarlos al tiempo que preserva la estructura de la madera. Como resultado, los árboles muertos que rodean el géiser pueden conservarse durante siglos más de lo habitual, lo que los convierte en una herramienta útil para estudiar la historia del géiser.
"En Yellowstone, rara vez se encuentra madera, incluso muerta, de más de 300 años porque los hongos y otras bacterias la descomponen", explica Hurwitz. "El sílice protege esencialmente al árbol de los hongos. Para nosotros es una ventaja, porque si no estuvieran silicificados no tendríamos árboles hasta la fecha".
Los pinos Lodgepole constituyen casi todos los bosques de Yellowstone. Sin embargo, tienen una vida media de sólo 150 a 200 años. Hurwitz y su equipo aprovecharon este proceso de conservación y recogieron muestras de madera de silicato a 14 metros de la chimenea del géiser. Mediante datación por radiocarbono, descubrieron que las muestras de árboles se agrupaban en torno a tres periodos de tiempo: finales del siglo XV, mediados del siglo XVII y finales del siglo XVIII.
El agua que brota del géiser es rica en sílice, y cuando ésta se precipita obstruye las vías que permiten a los árboles respirar, hacer la fotosíntesis y crecer", explica Hurwitz. "Para nosotros, esto indica que cuando los árboles crecen cerca del montículo no hay erupciones".
Hurwitz y su equipo cotejaron los tres periodos de crecimiento de los árboles alrededor del géiser con los registros climáticos regionales y descubrieron que se produjeron sequías durante el mismo periodo en que crecieron los árboles. Lo más probable es que estas condiciones ambientales redujeran el suministro local de agua, impidiendo que Steamboat entrara en erupción y permitiendo el crecimiento de los árboles, pero el géiser no ha permanecido inactivo durante mucho tiempo.
"En el caso de Steamboat, no encontramos ningún resto arbóreo de madera silicificada que tuviera más de 10 ó 20 anillos anuales, lo que nos sugiere que los árboles nunca crecieron mucho en esa zona", explica Hurwitz. "Por tanto, no hubo un período prolongado de muchas décadas o siglos con crecimiento continuo".
Pero con las temperaturas globales en aumento, una sequía prolongada en el oeste de Estados Unidos podría disminuir aún más la actividad de los géiseres de Yellowstone.
"A medida que nos dirigimos hacia lo que se prevé que será un clima más cálido y seco en el siglo XXI, podríamos esperar ver que los géiseres tengan un comportamiento totalmente diferente en cuanto al intervalo entre sus erupciones: entrarán en erupción con menos frecuencia, y algunos de ellos podrían incluso extinguirse", dijo Hurwitz.
Géiseres tan populares como Old Faithful podrían ser menos "fieles" a su calendario de erupciones a medida que disminuya su suministro de agua. Según Hurwitz, estos cambios en la actividad de los géiseres podrían repercutir a largo plazo en la gestión general de las visitas al Parque Nacional de Yellowstone.