Según el país de que se trate, se les conoce como guardaparques, guardabosques, guardas forestales, rangers, guardafaunas, “ángeles de la conservación” y muchas otras denominaciones. Se trata de mujeres y hombres instalados en la primera línea de la conservación de los bosques y demás Áreas Naturales Protegidas, y es a estas y estos defensores de la vida a quienes se les rinde homenaje cada 31 de julio, Día Mundial del Guardaparque.
Proclamada en 1992 por la Federación Internacional de Guardaparques y celebrada desde 2007, esta fecha fue declarada para realzar el trabajo de hombres y mujeres que en más de 100 mil Áreas Naturales Protegidas, parques y reservas del mundo laboran para proteger el arcón de los tesoros naturales y culturales del planeta. Asimismo, se conmemora a los guardabosques que han resultado heridos o muertos en el cumplimiento del deber, pues son muchos los riesgos que enfrentan.
La tarea que ellas y ellos desempeñan es altamente profesional, pues además de amor genuino por la naturaleza y gran valentía, exige conocimientos en distintas áreas ya que se desempeñan como administradores de parques nacionales y estatales, apoyan en la prevención y extinción de incendios forestales, tienen capacidad de respuesta ante emergencias, orientan y dan asistencia a los visitantes de parques nacionales al organizar visitas y excursiones guiadas.
Otra importante labor de estos guardas de la naturaleza es realizar patrullajes y recorridos por la zona donde están asignados, lo mismo que instalar y supervisar puestos fijos y móviles, impartir charlas educativas a escuelas, comunidades y campamentos.
Esto demuestra que es muy elevado el perfil de las y los guardaparques, y que no cualquiera puede aspirar a ser guarda forestal, porque además de tener disposición y vocación de servicio este profesional debe conocer la extensión del área protegida, bosque o parque nacional, estar en excelente condición física; saber conducir un automotor, nadar, montar a caballo y bucear.
Reconocemos la gran labor que realizan los #Guardaparques para conservar los recursos naturales de nuestro país, a través de las Áreas Naturales Protegidas.
👀Conoce en el siguiente video las actividades que realizan diariamente los compañeros: #ConservarParaVivir 👨🏽🚒🐝🐒🦜🦤🐑 pic.twitter.com/mgwZWPdeVU— CONANP (@CONANP_mx) August 1, 2023
En su bagaje profesional, el guardabosque resguarda el conocimiento de las políticas, normas y legislación vinculada al Área Natural Protegida, bosque o parque nacional, posee sólidos conocimientos sobre manejo de incendios y de primeros auxilios, conoce e identifica las especies de flora y fauna de la zona, así como las especies en peligro de extinción y el manejo cartográfico del área bajo su responsabilidad.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas cuenta con guardaparques que poseen gran pasión y entrega por la conservación, y que se especializan en la preservación y protección de la riqueza biológica, cultural e histórica de las 187 Áreas Naturales Protegidas federales de México.
Nuestras y nuestros guardaparques cuidan y manejan las ANP, supervisan las actividades que se realizan en ellas, son mediadores en conflictos socio-ambientales, participan en el monitoreo biológico e investigación científica, dan orientación a los visitantes y participan en la educación ambiental, efectúan tareas riesgosas para proteger las ANP, participan en la prevención y combate de incendios, colaboran en la elaboración de planes de manejo, desarrollan proyectos y estrategias con el apoyo de la cooperación nacional e internacional que son parte del fortalecimiento institucional.
Por eso es relevante la capacitación constante de las y los guardaparques, para que desarrollen sus habilidades técnicas y de sobrevivencia y puedan desempeñar sus valiosas funciones.
Sin ellos y sin ellas no sería posible el fortalecimiento de la conservación en las Áreas Naturales Protegidas. Celebremos su presencia en estas zonas de importancia capital para la biodiversidad, los servicios ambientales y la calidad de nuestros bosques, selvas, e incluso nuestros desiertos, donde la vida bulle.