Ginebra (OMM).- Según una nueva edición del boletín El Niño/La Niña Hoy de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la probabilidad de que se instaure un episodio de El Niño a finales de este año va al alza.
En muchas regiones del mundo, los efectos de este fenómeno en las condiciones meteorológicas y climáticas serán los contrarios a los del prolongado episodio de La Niña, y es probable que se produzca un aumento de las temperaturas mundiales.
Después de tres años, el episodio de La Niña —inusualmente persistente— ha llegado a su fin, y las actuales condiciones del Pacífico tropical son neutras en cuanto al ENOS, esto es, no se está produciendo un episodio de El Niño ni de La Niña.
Según el boletín, que se basa en las aportaciones de los Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM y en la evaluación de los expertos, hay una probabilidad del 60% de que las condiciones neutras en cuanto al ENOS evolucionen y se instaure un episodio de El Niño durante los meses de mayo a julio de 2023, y ese porcentaje aumenta hasta el 70% para el período de junio a agosto y hasta el 80% para el período de julio a septiembre.
Por el momento, nada permite pronosticar la intensidad o la duración del episodio de El Niño.
Acabamos de vivir los ocho años más cálidos de los que se tiene constancia, a pesar de que durante los tres últimos años el episodio de La Niña ha ejercido un efecto de enfriamiento que ha ralentizado transitoriamente el incremento de la temperatura mundial", declaró el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.
"Lo más probable es que la instauración de un episodio de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las probabilidades de batir récords de temperatura”, agregó.
Según los informes de la OMM sobre el estado del clima mundial, 2016 es el año más cálido jamás registrado debido a la combinación de dos factores: un episodio de El Niño muy intenso y el calentamiento inducido por la actividad humana a raíz de los gases de efecto invernadero.
El efecto en las temperaturas mundiales suele manifestarse al año siguiente de la instauración de este fenómeno, por lo que probablemente sus consecuencias serán más notorias en 2024.
El mundo debe prepararse para la formación de un episodio de El Niño, que suele asociarse a un aumento del calor, las sequías o las precipitaciones en distintas partes del mundo", afirmó el profesor Taalas.
"Podría aliviar la sequía que sufre el Cuerno de África, así como otros efectos causados por La Niña, pero también podría desencadenar más fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Esto pone de relieve que, para proteger a la población, la iniciativa de las Naciones Unidas denominada Alertas Tempranas para Todos es imprescindible”, añadió.
No hay dos episodios de El Niño iguales y sus efectos dependen, en parte, de la época del año. La OMM y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) informó que seguirán de cerca la evolución de la situación.
Efectos habituales
El Niño es un patrón climático de origen natural asociado al aumento de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico tropical. Se produce, de media, en ciclos que van desde los 2 hasta los 7 años, y los episodios suelen durar entre 9 y 12 meses.
Los episodios de El Niño suelen estar asociados a un incremento de las precipitaciones en algunas zonas del sur de América del Sur, el sur de los Estados Unidos de América, el Cuerno de África y Asia central.
Por el contrario, El Niño también puede provocar graves sequías en Australia, Indonesia y partes del sur de Asia.
Durante el verano del hemisferio norte, las aguas cálidas debidas a El Niño pueden intensificar los huracanes en las zonas central y oriental del océano Pacífico, mientras que dificultan la formación de huracanes en la cuenca atlántica.