La deforestación está provocando una reducción de las precipitaciones en amplias zonas de los trópicos, según un estudio con datos satelitales que advierte de que esto puede repercutir en los habitantes de las zonas cercanas, a través de una mayor escasez de agua y disminución del rendimiento de los cultivos.
Los resultados se publican en la revista Nature en un artículo que firman investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) y que combina datos de deforestación y precipitaciones para demostrar que la pérdida de cubierta arbórea en los trópicos durante los últimos 14 años está asociada a una reducción de las precipitaciones.
Callum Smith, autor principal del estudio, señala que la investigación aporta "pruebas convincentes" para proteger los bosques de la tala incontrolada.
En un comunicado, la Universidad de Leeds relata que los habitantes de los bosques tropicales se quejan a menudo de que el clima se vuelve más cálido y seco cuando se talan los árboles, pero "hasta ahora los científicos no habían podido establecer una relación clara entre la pérdida de cubierta arbórea y la disminución de las precipitaciones".
En este trabajo, los científicos analizaron el impacto de la pérdida de bosques en el Amazonas, Congo y Sudeste Asiático, que han experimentado rápidos cambios en el uso de la tierra.
Se incluyó el análisis de observaciones por satélite desde 2003 hasta 2017, para identificar los lugares donde se habían talado los bosques.
Los datos de precipitaciones en estas zonas, también medidos por satélite, se compararon con los datos de lugares cercanos donde no se habían perdido bosques.
El estudio reveló que la pérdida de bosques tropicales provocaba una reducción de las precipitaciones a lo largo de todo el año, incluso en la estación seca.
No obstante, el mayor descenso absoluto de estas se registró en la estación húmeda, con una reducción de hasta 0.6 milímetros al mes por cada punto porcentual de pérdida de cubierta forestal.
Los científicos calculan, por ejemplo, que de mantenerse el ritmo de deforestación en el Congo, a finales de siglo las precipitaciones podrían reducirse entre un 8% y un 12%.
En el artículo, los investigadores advierten de que la crisis climática provocará un aumento de las sequías, que se verá agravado por la continua deforestación.
Se cree que la pérdida de cubierta arbórea interrumpe el proceso por el que la humedad de las hojas -mediante un mecanismo llamado evapotranspiración- vuelve a la atmósfera, donde acaba formando nubes de lluvia.
La evapotranspiración es un fuerte impulsor de la precipitación regional, representando el 41% de la precipitación media de la cuenca en el Amazonas y casi el 50% en el Congo.
Además, el equipo afirma que, por término medio, el rendimiento de los cultivos disminuye un 0.5% por cada 1% de reducción de las precipitaciones.
"El estudio demuestra la importancia crucial de los bosques tropicales para mantener las precipitaciones", subraya Dominick Spracklen, para quien, aunque se han hecho esfuerzos por detener la deforestación, la pérdida de cubierta forestal en los trópicos ha continuado.
Por eso, "es necesario renovar los esfuerzos para detener la pérdida de bosques y regenerar las zonas perdidas y degradadas".