Cada 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Vida Silvestre y la Naturaleza, este año tenemos la oportunidad de reflexionar sobre las principales amenazas que se ciernen sobre la biodiversidad, los esfuerzos nacionales y mundiales para conservarla, las omisiones en que los seres humanos hemos incurrido para proteger la flora y la fauna, las experiencias emprendidas y los logros para rescatar algunas especies, pero también la amenaza de una sexta extinción masiva en el planeta.
En 2023, en el Día Internacional de la Vida Silvestre se cumple medio siglo de que 80 naciones aprobaran el texto final de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), en 1973, una década después de la resolución aprobada por los miembros de Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), convención vigente desde el 1 de julio de 1975 y respaldada hoy por 184 países miembros.
La fecha de celebración proclamada en 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas es de capital relevancia para la conservación de la biodiversidad.
El Día Internacional de la Vida Silvestre es también conocido como Día Mundial de la Naturaleza, y tiene como principal objetivo generar conciencia entre la población mundial acerca del valor de la fauna y la flora silvestres, porque existen múltiples factores que amenazan la conservación de estas especies, y el principal amago proviene de la actividad humana y el cambio climático.
Forman parte de ese caudal de amenazas la caza furtiva, la pesca excesiva y el tráfico de especies; la degradación, fragmentación y destrucción de hábitats de vida silvestre, el cambio climático, las emisiones de efecto invernadero, la explotación y sobreexplotación de recursos naturales, la tala indiscriminada de árboles, la desaparición de ecosistemas y la utilización de tratamientos químicos para incrementar el crecimiento de coníferas.
A la pérdida de biodiversidad contribuye asimismo la proliferación de especies invasoras en hábitats distintos a su distribución geográfica originaria, lo que genera consecuencias negativas y de alto impacto en los ámbitos económico, medioambiental y social.
Como efecto de esta cadena de factores, diversos autores vislumbran una sexta extinción masiva de la biodiversidad a nivel mundial, conocida como "extinción masiva del Holoceno", de acuerdo a un informe de la ONU del año 2019 sobre la biodiversidad se estima que aproximadamente un millón especies se encuentran en peligro de extinción en el planeta, debido a la intervención humana y al cambio climático.
Se considera una extinción masiva porque el número de desapariciones es comparable a las otras grandes extinciones masivas que han marcado el pasado geológico de la Tierra.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas indican que en el año 2020 se habían contabilizado unas 8,400 especies de fauna y flora silvestres en peligro crítico de extinción, y otras 30,000 están en los rangos de vulnerable o en peligro de extinción.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México, país megadiverso, cuenta con 65 mil especies de invertebrados, en su mayoría insectos (alrededor de 48 mil especies). De vertebrados se tienen registradas 5 mil 512 especies, alrededor de 10% de las conocidas en el mundo, de las cuales la mayoría son peces (2 mil 716) y aves (mil 96). En riqueza de reptiles, el país ocupa el segundo lugar mundial (con 804 especies), el tercero en mamíferos (con 535) y el cuarto en anfibios.
Respecto de la flora, México se ubica entre los cinco países con mayor número de especies de plantas vasculares: poco más de 25 mil especies, la mayoría angiospermas: 23 mil 791), es decir, aproximadamente el 9.1% de las especies descritas en el mundo, cerca de 272 mil.
Como mexicanos tenemos un gran compromiso con la conservación y la preservación de la flora y la fauna que privilegiadamente tenemos y disfrutamos en los variados ecosistemas de nuestro territorio.