El sistema de cuevas inundadas de Sac Actun, en la península de Yucatán, fue designado uno de los 100 geositios más importantes del mundo por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS, por sus siglas en inglés), una organización que representa a más de un millón de geocientíficos de los cinco continentes.
El anuncio formal se efectuó el 28 de octubre pasado, durante la conferencia de la IUGS en Zumaia, España. Cabe destacar que esta es la primera vez que un geositio mexicano integra esta lista, la cual aglutina lugares clave con elementos y/o procesos geológicos de relevancia científica internacional.
Con una extensión de 368 kilómetros, Sac Actun es el sistema de cuevas inundadas más largo del planeta y contiene la segunda más grande después de Mammoth Cave en Kentucky, Estados Unidos.
Es una plataforma sedimentaria de rocas mesozoicas y cenozoicas con un espesor de hasta tres mil 500 metros. Se estima que en la península de Yucatán hay más de siete mil cenotes, varios de ellos relacionados con Sac Actun.
Quienes presentaron la propuesta ante la IUGS fueron: Rafael López Martínez y Ricardo Barragán Manzo, del Instituto de Geología de la UNAM, en colaboración con José Luis Palacio Prieto, del Instituto de Geografía de esta casa de estudios; y Emmaline Rosado González, egresada de la UNAM y actualmente investigadora de la Universidad de Tras os Montes e Alto Douro de Portugal.
El sistema de cuevas inundadas de Sac Actun fue seleccionado para formar parte de los Sitios del Patrimonio Geológico de la IUGS, debido a su singular historia geológica, geomorfológica y cultural.
Geotopo y biotopo
Hace tiempo, varios exploradores comenzaron a recorrer Sac Actun y poco a poco elaboraron los primeros mapas del lugar, lo cual permitió que más adelante otros se internaran en nuevos pasajes.
“Y la exploración continúa, pues cada fin de semana lo visitan personas que con sus propios recursos hacen nuevos hallazgos y generosamente los reportan al Instituto de Geología de la UNAM, entre otros”, dijo López Martínez, quien encabeza a un grupo de científicos universitarios que estudia el geositio.
Se trata de un ecosistema subacuático, en el cual habita un sinnúmero de organismos endémicos, como algunos remipedios, una clase de crustáceos ciegos muy antiguos (de hecho, son unas de las primeras formas de vida que hubo en la Tierra).
Asimismo, sustenta el ecosistema que hay arriba de él, es decir, la selva e incluso, al transportar la materia orgánica de esta nutre al Sistema Arrecifal Mesoamericano, uno de los más grandes del mundo.
Por si fuera poco, proporciona casi la totalidad del agua dulce que se consume en la zona, ya que, como se sabe, la península de Yucatán no tiene ríos, y con sus más de 85 cenotes interconectados impulsa el turismo.
“En suma, Sac Actun es un geotopo, o sea, un lugar con muchos elementos geológicos, pero también un biotopo, un lugar con una gran biodiversidad. Por eso, la preservación y conservación de este sistema de cuevas inundadas son fundamentales. Al protegerlo, protegemos todo el ecosistema de la península de Yucatán y, por añadidura, el turismo. A lo que quiero llegar es que no sólo se trata de las cuevas en sí, sino también de las comunidades que dependen de ellas por el agua dulce que les proporcionan y por la actividad turística que generan”, agregó el investigador.
Trabajo multi y transdisciplinario
El Instituto de Geología cuenta con el Laboratorio de Carbonatos y Procesos Kársticos, único en su tipo en México, donde López Martínez y algunos de sus colegas estudian los distintos componentes del sistema de cuevas inundadas de Sac Actun, así como el suelo que está encima de él y la evolución geológica de la península de Yucatán.
“Durante la última glaciación, cuando el nivel del mar estaba 150 metros por debajo del nivel actual, estas cuevas permanecieron fuera del agua. De ahí que tengan estalactitas y estalagmitas. Sin embargo, hace 10 mil años, aproximadamente, la temperatura global empezó a aumentar, por lo que infinidad de glaciares se derritieron y el nivel del mar subió y las inundó. Por ello, Sac Actun es crucial para entender cómo ha cambiado el nivel del mar a lo largo de los últimos 800 mil años”, apuntó López Martínez.
Ahora bien, el estudio de estas cuevas se lleva a cabo en el Instituto de Geología y también en los institutos de Geografía, de Geofísica y de Ciencias del Mar y Limnología, así como en la Unidad Académica Sisal del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
“Es un trabajo multi y transdisciplinario que no puede ser realizado únicamente por geólogos. Detrás de él hay investigadores de estos otros institutos porque los objetos de estudio son muy variados”, concluyó el investigador universitario.
Formas kársticas
La plataforma que constituye la actual península de Yucatán comenzó a emerger sobre el nivel del mar hace más de 20 millones de años. Durante el ascenso continental los movimientos verticales propiciaron fracturas y, por lo tanto, facilitaron el desarrollo subterráneo de formas kársticas (cavidades que aprovechan los planos de estratificación de las rocas). La mayor parte de las que hay en la zona surgió en el nivel freático.
Los extensos sistemas de cuevas que se localizan bajo la península de Yucatán han sido guardianes de tesoros ocultos e invaluables. Dentro de sus galerías y pasajes sumergidos se han encontrado restos de animales y humanos del Pleistoceno.