Los esfuerzos para salvar a los vulnerables leopardos de las nieves están en marcha en la gélida y accidentada cordillera del Himalaya de la India, con está especie disminuyendo debido a la caza furtiva y la destrucción de su hábitat.
Los leopardos de las nieves son una especie clave en el ecosistema del Himalaya, y cualquier esfuerzo por garantizar una población saludable beneficia a toda la región, en la que nacen tres ríos que sustentan la mitad de las áreas densamente pobladas del sur de Asia: el Ganges, el Yamuna y el Brahmaputra.
Para proteger al felino y su hábitat, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en colaboración con el Gobierno, ha estado ejecutando un programa único de conservación basado en la comunidad y el paisaje conocido como proyecto SECURE Himalaya.
Financiado con unos 11.5 millones de dólares procedentes del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, forma a personas, mayoritariamente mujeres, para la conservación de la biodiversidad, el cuidado de los animales, montañismo, guías de naturaleza y documentación audiovisual.
El plan promueve la gestión sostenible de los pastos y bosques alpinos en los ecosistemas de alto rango del Himalaya del territorio de Ladakh y los estados de Himachal Pradesh y Uttarakhand, en el norte de la India, y Sikkim, en el noreste, además de garantizar medios de vida sostenible y beneficios socioeconómicos para las comunidades de estas regiones.
La población exacta del escurridizo gato de gran altitud, llamado el fantasma de las montañas, es difícil de calcular porque rara vez se le ve, aunque se cree que existen alrededor de 10 mil ejemplares en todo el mundo, de los cuales entre 400 y 600 se asientan en la India, según la organización ecologista WWF.
De todos ellos, se estima que unos 200 de estos felinos habitan en las montañas de Ladakh, parte de la meseta tibetana que separa la cordillera del Himalaya en el sur y el desierto de Taklamakan ubicado en China, en el norte.
El leopardo de las nieves fue catalogado en peligro de extinción en 1972, pero pasó a ser "vulnerable" en 2017, y se le considera una "especie indicadora" de la salud del ecosistema del Himalaya.
"Protegiendo (a los grandes felinos), aseguramos que otros animales salvajes y comunidades que dependen de estos ecosistemas puedan prosperar y coexistir", dijo la representante del PNUD en la India, Shoko Noda.
Según el PNUD, la conservación del leopardo de las nieves requiere un enfoque integrado para abordar los problemas, incluidos los medios de subsistencia de la comunidad y los conflictos entre humanos y vida silvestre.
Su proyecto se enfoca en "combinar la ciencia moderna con el conocimiento tradicional para brindar beneficios continuos" con el fin de garantizar un uso equitativo y sostenible de la tierra.
"Este enfoque holístico ayuda a abordar los desafíos ambientales, sociales y políticos cada vez más complejos y generalizados que trascienden los límites de la gestión tradicional", subraya un documento del PNUD compartido.
En los últimos cinco años del proyecto, expertos y voluntarios han trabajado con las comunidades locales para crear conciencia sobre las prácticas de gestión sostenible de los recursos naturales y métodos de conservación tradicionales documentados.
Para prevenir el conflicto entre humanos y vida silvestre, el PNUD afirma haber construido 26 corrales a prueba de depredadores en las siete aldeas propensas a presenciar graves conflictos entre sus habitantes y los animales en Ladakh.
Otras intervenciones han convertido a los aldeanos de las regiones seleccionadas literalmente en conservacionistas y empresarios, ya que les ayudan a que puedan dedicarse a medios de vida alternativos.
Así, se les forma en el trato con los invitados, la convivencia con huéspedes en su vivienda, la cocina o la orientación cultural.
Además, se han instalado paneles solares en un centro de salud para reducir su huella de carbono y ayudar a preservar el hábitat del leopardo de las nieves.
Nawang Chonjor, un aldeano del área de Sumdo en Ladakh, aseguró que el proyecto había sido una bendición ya que "estas montañas nos dan de todo: comida, agua, pasto para nuestras ovejas".
Hemos vivido en paz con los leopardos de las nieves durante muchos años, pero ahora el clima está cambiando y no pueden encontrar comida, así que vienen al pueblo e intentan cazar nuestro ganado”, relató.
Chonjor es uno de los beneficiarios del plan del PNUD, e indicó que gracias a la construcción de corrales a prueba de depredadores su ganado estaba seguro.
"Mi amigo también está construyendo un albergue con el apoyo del proyecto para que los turistas puedan venir y ver leopardos de las nieves", sentenció.