Logo Persis

Innovación en bioeconomía: Una posible solución a la creciente crisis alimentaria

Innovación en bioeconomía: Una posible solución a la creciente crisis alimentaria

Utilizando eficazmente los recursos biológicos, podemos desbloquear oportunidades para aumentar la seguridad alimentaria, una mayor equidad y la restauración de los ecosistemas, y erradicar los modelos de negocio que dependen en gran medida de los combustibles fósiles y los productos químicos sintéticos.

cultivo.jpeg

Cultivo
Unsplash

Las crisis mundiales, en particular el actual conflicto en Ucrania, están provocando una interrupción del suministro de alimentos, un aumento de los precios de la energía y un menor acceso a los fertilizantes.

Los más vulnerables son los más afectados por el cambio climático, el aumento, la COVID-19 y los grandes conflictos.

Una bioeconomía circular puede aportar soluciones innovadoras y se está convirtiendo en un elemento clave en la transición hacia sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.

Desencadenante de la inseguridad alimentaria

La Federación Rusa y Ucrania se encuentran entre los tres principales exportadores mundiales de trigo, maíz, semillas de colza, semillas de girasol y aceite de girasol. Además, Ucrania y la Federación Rusa exportan conjuntamente el 30% de los cereales del mundo y el 67% del girasol. Al mismo tiempo, la Federación Rusa es el primer exportador mundial de fertilizantes nitrogenados, el segundo de fertilizantes potásicos y el tercero de fertilizantes fosforados.

Dado que muchos países dependen de los cultivos producidos en Ucrania y la Federación Rusa, y un número aún mayor depende de los fertilizantes rusos para producir sus propios cultivos, una guerra prolongada en Ucrania podría contribuir a aumentar la subalimentación crónica en 18.8 millones de personas más para 2023. Esto es preocupante, dado que se estima que 154 millones de personas en 42 países y territorios ya están clasificados como en situación de crisis alimentaria.

El potencial de los biofertilizantes

Utilizando eficazmente los recursos biológicos, podemos desbloquear oportunidades para aumentar la seguridad alimentaria, una mayor equidad, la restauración de los ecosistemas y una paz duradera, a la vez que nos alejamos de los viejos modelos de negocio que dependen en gran medida de los combustibles fósiles y los productos químicos sintéticos.

La situación actual ha suscitado el interés por el papel que podrían desempeñar los biofertilizantes en el apoyo a la producción continua de cultivos.

Los biofertilizantes son microbios vivos, como bacterias u hongos, que mejoran la nutrición de las plantas movilizando o aumentando la disponibilidad de nutrientes en los suelos o en las plantas. Se ha demostrado que mejoran la vida de los agricultores desde Togo hasta Sri Lanka y América Latina y el Caribe.

Sin embargo, los biofertilizantes también presentan desventajas potenciales, como una vida útil corta, problemas de seguridad, la necesidad de un almacenamiento adecuado (a la temperatura correcta) y la formación para su uso.

Por lo tanto, el desarrollo de capacidades sobre bioeconomía circular y eficiencia en el uso de los recursos es esencial para sustituir los fertilizantes químicos, optimizar el potencial de los biofertilizantes y mantener la producción de los cultivos.

Según Mohamed Eida, oficial de nutrición vegetal de la FAO, los biofertilizantes podrían ser parte de una solución a la crisis alimentaria mundial, aunque no a corto plazo.

"La crisis actual está haciendo subir todos los precios, pero los precios de los fertilizantes químicos ya se han multiplicado por dos o tres en el último año. Una consecuencia de esto es el desplazamiento de la demanda hacia alternativas como los fertilizantes orgánicos o el estiércol, lo que significa que los precios de estas alternativas también están subiendo, y son más difíciles de conseguir a menos que estén disponibles localmente", dice Eida.

"Sin embargo, a medio y largo plazo, esto es una oportunidad para empezar a construir una cadena de valor de alternativas como los biofertilizantes, que en general son más respetuosos con el medio ambiente y añaden una opción adicional de creación de resiliencia que puede ayudar a apuntalar la seguridad alimentaria."

Los países ya están desarrollando estrategias, políticas e inversiones para acelerar esta tecnología -muchos de ellos en el marco de las políticas y estrategias nacionales de bioeconomía-, pero es necesario que esto ocurra mucho más rápido y a mayor escala.

La aparición de proteínas alternativas

Las proteínas alternativas son otra área de investigación apasionante de la bioeconomía que podría ayudar a impulsar la seguridad alimentaria y la resiliencia de la cadena de suministro, cubrir el déficit de proteínas en alimentos y piensos, incentivar la adopción de prácticas agrícolas circulares y regenerativas, y apoyar el crecimiento económico y la creación de empleo, especialmente en los países en desarrollo.

Un próximo estudio de la FAO estima que las proteínas alternativas de origen vegetal, como la carne de origen vegetal, requieren hasta un 90% menos de tierra, agua y huella de carbono en comparación con la carne de origen animal. Asimismo, los insectos, como los gusanos de la harina, requieren la mitad de agua y un tercio de tierra que la producción de pollo, lo que contribuye a la mitigación del clima y a la restauración del ecosistema.

Se prevé que el mercado mundial de proteínas alternativas crezca exponencialmente hasta alcanzar un valor de al menos 290 mil millones de dólares en 2035, con una penetración en el mercado que pasará del 2% actual al 10-22%. Estas proteínas no están exentas de desafíos, como la aceptación por parte de los consumidores y los problemas normativos y de la cadena de suministro, que deberán abordarse para garantizar la sostenibilidad.

Urgencia de ampliar las innovaciones en bioeconomía

Las innovaciones de la bioeconomía, como los biofertilizantes y las proteínas alternativas, podrían desempeñar un papel importante en la transformación de los sistemas agroalimentarios y apoyar el desarrollo de cadenas de suministro locales y alternativas prósperas, pero esto requerirá la ampliación de la infraestructura y la inversión para promover la creación de capacidad y la adopción. También se necesitarán políticas públicas sólidas para apoyar estos esfuerzos.

Se necesitan urgentemente soluciones innovadoras para proporcionar seguridad alimentaria y sentar las bases de sociedades justas y pacíficas. La transición a una bioeconomía sostenible y circular es un paso clave en el proceso.

Cargando...
Load next