Santa Cruz de Tenerife.- El Palmetum de Santa Cruz de Tenerife disfruta esta semana de la maravillosa muerte de una de sus especies más preciadas, la Corypha Umbraculifera, que se despide de su existencia con una de las inflorescencias más espectaculares del mundo.
Según relata el biólogo encargado del parque botánico especializado en palmeras, Carlo Morici, se trata de una variante “extraordinaria” porque su ciclo vital consiste en nacer, desarrollarse mientras produce su tronco, florecer, fructificar y morir.
Un proceso parecido al del trigo, el agave o las plataneras pero que en este caso, puede tardar hasta 80 años en suceder y lo hace de manera llamativa al contar con una columna de flores que en ocasiones alcanza los 8 metros.
“Estamos quizás, ante la planta que más tarda en florecer del mundo. Si siembras las semillas, aunque sea de niño, no tienes garantías de verla florecer”, ha señalado el experto.
Morici ha incidido en que este ejemplar en concreto se ha desarrollado en 25 años por su cercanía al mar y por las condiciones del viento, lo que le ha llevado a coger menos altura de lo habitual.
“Nos sorprende porque es la planta más baja con la inflorescencia más grande del mundo, para nosotros es una suerte porque levantas los ojos y ya ves la estructura, está a 3 o 4 metros, no a 20 y eso es un espectáculo”, ha añadido.
Millones de semillas
Las plantas que solo florecen una vez al final de su vida reciben el nombre de monocárpicas o hapaxánticas y, aunque pueda resultar triste su despedida, “es su forma de vivir”, ha señalado Morici.
Ella se ríe de nosotros cuando se muere, está contenta, ha hecho lo que tenía que hacer, hay que aceptarlo y disfrutarlo, además dejará millones de semillas que se podrán plantar de nuevo”, ha comentado.
No es una especie rara de encontrar, su origen se sitúa en zonas como India o Tailandia y allí es común hallarlas lo que sí que es excepcional es que florezca en Europa ya que este ejemplar es el primero que muere en el continente.
“No tenemos mucho mérito porque somos una zona que permite un cultivo subtropical, casi tropical. En concreto en Santa Cruz el clima es muy estable y además en el Palmetum estamos rodeados de mar”, ha apuntado.
Por estas buenas condiciones se decidió plantar otras dos Corypha, así como otras dos especies similares sumando un total de 10 ejemplares que realizan el mismo proceso vital y que tal vez tarden 10 o 20 años más en florecer.
Para que todos los visitantes al Palmetum puedan disfrutar de la experiencia, el parque ha puesto a disposición del público cartelería y un sendero especial para poder llegar cerca de la planta.
“Tiene una parte espectacular, pero además es un evento didáctico, es algo que no es suficiente con verlo en Wikipedia”, ha subrayado.
La planta de la escritura
Además de una de las plantas favoritas para los botánicos, esta Corypha ha tenido un papel relevante en la historia ya que de sus enormes hojas de hasta cuatro metros de diámetro se preparaba el papel en India hace más de seis mil años.
“Posiblemente sea el primer recurso vegetal empleado para la escritura”, ha asegurado Morici, que si bien señala que estas prácticas murieron con la imprenta, de las hojas de esta especie nacieron los conocidos Manuscritos de hoja de palma.