Durante la COP26, una de las reuniones a nivel mundial más importantes para hablar acerca del cambio climático y los retos en materia ambiental que enfrenta el mundo, celebrada recientemente en Glasgow, Escocia, más de 100 países, entre ellos México, firmaron un acuerdo calificado como histórico, en el cual los países se comprometen a reducir las emisiones de metano en un 30% de aquí al 2030.
La importancia de este compromiso, radica en que el metano, es un gas de efecto invernadero que de acuerdo con las Naciones Unidas, es responsable de más del 25% del calentamiento que estamos experimentando hoy en día, además de contar con el potencial de calentamiento 80 veces mayor que el del dióxido de carbono durante los 20 años posteriores a su liberación a la atmósfera.
A pesar de que el metano es un gas de efecto invernadero del que aún se están descubriendo muchas características y que hasta hace poco no era tan mencionado, su producción se encuentra más relacionada con el ser humano y su vida diaria de lo que se piensa, ya que el 40% de la producción de metano en el mundo se debe a la agricultura, poniendo en riesgo directo a los sistemas de alimentación del mundo entero, haciendo que se replantee el futuro de la alimentación y la forma en que se sacia esta necesidad.
Con el llamado que existe para el sector público y privado para buscar soluciones viables y reales al cambio climático, aunado a la transformación que enfrenta el mundo, todos los sectores se encuentran buscando emplear las medidas más innovadoras, y que a la vez permitan continuar con sus procesos de forma útil y rentable.
Debido al gran papel que juega el sector de los alimentos y bebidas frente a este cambio, cada vez más empresas de la industria implementan distintas tecnologías y conocimientos para integrar la economía circular en su cadena de valor.
Algunas tendencias que se han ido adoptando para que la producción y actividad industrial sea sustentable a la par que se logran los objetivos de operación son:
1.- La bioconversión
De acuerdo con el Atlas de la carne 2021, tan solo 20 compañías productoras de carne y lácteos emiten más gases de efecto invernadero que Alemania, Francia y Gran Bretaña combinadas, además de que diversos estudios señalan que la tendencia en el consumo de productos cárnicos se encuentra a la alza, convirtiéndola por tal motivo en uno de los sectores más contaminantes de la industria.
Por esta razón, Veolia, referente en la gestión responsable de agua, energía y residuos, ve la bioconversión como una oportunidad única de implementar una solución innovadora que además de salvar al planeta, podrá optimizar los resultados económicos de la compañía.
Este proceso funciona mediante la utilización de larvas de la mosca soldado negro, que es carroñera y se encuentra en todo el mundo y cuya reproducción es sumamente rápida. Las larvas al secarse se convierten en abono para fertilizar las tierras o en un concentrado de proteína capaz de alimentar al ganado, evitando así las emisiones de metano que producen estos animales mediantes sus heces y eructos.
2.- Energía solar
Una start-up finlandesa con base en energía solar descompone el agua mediante electrólisis en un biorreactor, esto produce hidrógeno para proporcionar energía a los microbios que también utilizan carbono. Estos microbios luego producen una sustancia compuesta de aproximadamente 20-25% de carbohidratos, 5 a 10% de grasa y 65% de proteína.
Asimismo, mediante un proceso de fermentación natural similar al usado para hacer vino o cerveza, sin el azúcar utilizada en la fermentación alcohólica, se reemplaza por CO2, elemento que toma un papel protagónico en la agricultura. De esta forma, es posible contribuir a la disminución de los gases GEI.
3.- Tatuajes comestibles
Existe una tendencia de sustituir los empaques de plástico de un solo uso con tatuajes directos a la fruta y verdura, mismos que se pueden ingerir sin riesgo.
Esta solución podría tener claros beneficios al medioambiente como también ahorros en pegamento, plástico, papel y brinda eficiencia desde el punto de vista energético ya que utiliza menos de 1% de la energía necesaria para producir una etiqueta.
Varios países como Australia y Nueva Zelanda ya han comenzado a tatuar su fruta y verdura.
De implementar acciones en beneficio del planeta y que a la par frenen el cambio climático, depende la preservación de la vida humana como se conoce y hacerlo lo más pronto posible abre una posible ventaja frente a los efectos negativos que el cambio climático está ocasionando.
Para hablar de esta y otras posibles soluciones, Veolia, abrió un espacio al diálogo con diferentes actores del sector de los alimentos y bebidas, y en el cual se podrán explorar soluciones y entender formas de convertir los desafíos en oportunidades de crecimiento.
Tú puedes participar en el Foro Internacional “Eco Eficiencias: La Transformación del sector de alimentos y bebidas”, inscribiéndote de forma gratuita a través del enlace disponible aquí.