Barcelona, España.- Las ciudades europeas podrían evitar 114 mil muertes prematuras adicionales cada año si cumplieran las nuevas recomendaciones de calidad del aire presentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado mes de septiembre, en comparación con las directrices anteriores.
Así lo concluye un estudio sobre el impacto de la contaminación atmosférica urbana en la salud que ha liderado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "La Caixa", que sitúa a Madrid como la capital europea con más carga de mortalidad asociada a la contaminación de dióxido de nitrógeno (NO2), mientras que Barcelona es la sexta.
Estas estimaciones son una actualización de un estudio publicado originalmente en enero de 2021 en 'The Lancet Planetary Health' que mostraba que las ciudades europeas podrían evitar hasta 51 mil muertes prematuras cada año cumpliendo las por entonces vigentes recomendaciones de calidad del aire de la OMS, publicadas en 2005.
Hasta ahora, la OMS recomendaba menos de 25 microgramos de partículas PM2.5 por metro cúbico de aire en un día, mientras que sus actuales recomendaciones bajan el nivel óptimo a 15 microgramos y la recomendación para el NO2 ha bajado de 40 a 10 microgramos al año.
Las directivas europeas actuales establecen un límite máximo de 25 µg/m3 para la media anual de PM2.5 y de 40 µg/m3 para la media anual de NO2.
Tras la publicación de las nuevas recomendaciones, los investigadores han hecho una nueva evaluación de la carga de mortalidad atribuible a las partículas finas (PM2.5) y al dióxido de nitrógeno (NO2) en las mismas mil ciudades europeas incluidas en el estudio original.
Los resultados globales se han publicado hoy en una carta en 'The Lancet Planetary Health', mientras que los resultados específicos de cada ciudad se han publicado en la página web del Ranking ISGlobal de Ciudades.
Los resultados actualizados muestran que alcanzar las nuevas recomendaciones de calidad del aire para las PM2.5 se traduciría en un aumento del 113% en el número de muertes que podrían evitarse en las ciudades europeas en comparación con los niveles de referencia anteriores.
Mientras que el cumplimiento de la anterior recomendación sobre las PM2.5 en todas las ciudades estudiadas podría salvar hasta 51 mil 213 vidas al año, la consecución de la nueva recomendación tiene el potencial de evitar 109 mil 188 muertes prematuras anuales.
En cuanto al NO2, alcanzar los niveles recomendados por las nuevas directrices podría evitar hasta 57 mil 030 muertes prematuras, 56.130 más que las 900 muertes evitables estimadas para los antiguos niveles recomendados de NO2.
Alcanzar los niveles más bajos de PM2.5 y NO2 observados en cualquier ciudad, podría evitar 125 mil y 79 mil muertes prematuras anuales respectivamente.
"Aunque no existe un umbral de exposición seguro por debajo del cual la contaminación atmosférica pase a ser inocua, estos nuevos resultados muestran cómo las nuevas recomendaciones globales de la OMS sobre la calidad del aire ofrecen un marco mucho mejor para proteger la salud humana y evitar un gran número de muertes", ha afirmado la investigadora de ISGlobal Sasha Khomenko, primera autora del estudio.
Si los nuevos datos ponen de manifiesto que el número de muertes evitables es mucho mayor si se adoptan como objetivos los nuevos niveles de referencia de la OMS, este efecto se observa de forma mucho más notable en el caso del NO2.
Madrid evitaría casi 2 mil muertos
Así, entre las ciudades con mayor mortalidad atribuible a este contaminante, Madrid pasaría de evitar 206 muertes anuales en caso de alcanzar las recomendaciones de la OMS antiguas a evitar 1.966 si consiguiera la nueva meta.
Amberes pasaría de las 22 muertes evitables a 254; Turín de 34 a 562; París de 185 a 2 mil 135; Milán de 103 a mil 864 y Barcelona de 82 a mil 554.
Un dato que muestra el recorrido que tienen por delante las ciudades europeas para conseguir un aire limpio es el porcentaje de población que vive en áreas con concentraciones de contaminantes del aire superiores a las recomendadas por la OMS.
Si con las anteriores recomendaciones de la OMS, este porcentaje ascendía al 84% en el caso de PM2.5 y al 9% en el caso de NO2, con las nuevas recomendaciones estas cifras ascienden hasta el 99.8% y el 99.7%, de la población que vive en ciudades, respectivamente.
"Dado que los niveles actuales de contaminación atmosférica en las ciudades europeas ponen en juego más de 100 mil vidas cada año, la UE debería adaptar su legislación a las recomendaciones de la OMS", ha resaltado Mark Nieuwenhuijsen, autor principal del estudio y director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal.
"A su vez, los gobiernos locales, regionales y nacionales deberían establecer como prioridad la reducción de la contaminación atmosférica. Necesitamos urgentemente reducir el uso de combustibles fósiles, eliminar los coches privados y añadir más espacios verdes en nuestras ciudades. Esto no sólo reducirá la contaminación atmosférica, sino que también contribuirá a la acción climática, que es una de nuestras mayores prioridades para la humanidad", ha añadido.