Los aproximadamente 2 mil 500 jardines botánicos existentes en 165 países atesoran en sus colecciones más de 80 mil especies, casi un tercio de las especies de plantas vasculares del planeta, con lo cual contribuyen de forma coordinada y efectiva al logro de la conservación de la diversidad vegetal.
El 28 de abril es Día Internacional de los Jardines Botánicos a iniciativa de la Organización Internacional de Jardines Botánicos, también es fecha de festejo para la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos (AMJB), establecida formalmente desde 1985 pero impulsada cinco años atrás, y representa a 40 jardines botánicos.
Estos espacios de vida contribuyen en forma muy significativa a la conservación de la diversidad vegetal del país, mantienen colecciones que integran un importante acervo de especies de la flora nacional, desarrollan acciones para su uso sostenible, así como programas de educación orientados a formar una conciencia pública sobre la importancia de esa diversidad.
Como el resto de los jardines botánicos del mundo, los mexicanos suscriben la Estrategia Global para la Conservación Vegetal, surgida del Convenio de Diversidad Biológica de Río de Janeiro, al que se han adherido gobiernos, instituciones de educación e investigación y organizaciones de la sociedad civil.
Pioneros en el campo de la conservación vegetal, los jardines agrupados en la AMJB están comprometidos con la conservación de la diversidad vegetal mediante la publicación, en el año 2000, de la Estrategia de Conservación para los Jardines Botánicos Mexicanos, dos años antes de que se publicara la Estrategia Global (EGCV) 2002- 2010.
Un importante asociado es el Jardín Botánico del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (JB IB-UNAM) que este 28 de abril desarrollará la XVI edición conmemorativa en sus instalaciones en Ciudad Universitaria, como lo ha hecho desde 2006.
El JB IB-UNAM cuenta con un acervo de mil 853 especies biológicas, de las cuales 955 son exhibidas al público. Sus colecciones constituyen cerca del 7.5 % de toda la diversidad vegetal conocida de México.
Con esta celebración, el JB IB-UNAM busca elevar de una manera no formal el conocimiento sobre las plantas y su relación con el bienestar humano y el de los ecosistemas, además de promover, a través de visitas guiadas, la gran biodiversidad de nuestro país y la importancia de su conservación y aprovechamiento sostenibles.
El visitante del segundo jardín botánico más antiguo del país puede descubrir por qué México es un país con megadiversidad vegetal, al recorrer las colecciones de flora que resguarda de 1600 especies de plantas que crecen en los bosques, los desiertos y las selvas mexicanas.
Ahí también, podemos conocer más de 300 de las 945 especies que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT-2010: el 48% de las agaváceas, el 58% de las cactáceas y el 100% de las crasuláceas mexicanas amenazadas o en peligro de extinción.
El Jardín Botánico de la Máxima Casa de Estudios del país tiene carácter nacional por la diversidad y representatividad de sus colecciones, mantiene colecciones de plantas vivas y realiza actividades de difusión y educación, así como de investigación y de conservación de la diversidad vegetal mexicana.
En su espacio podemos enterarnos de la manera en que podemos contribuir a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y aprender cómo la investigación científica es una base para el conocimiento y uso sostenible de nuestros recursos vegetales.
Aunque conservar algunos ejemplares de plantas en riesgo en los jardines botánicos es útil, resulta insuficiente para asegurar la conservación de las especies, por lo cual el JB IB-UNAM desarrolla programas de rescate, cultivo y programación de plantas en riesgo de extinción.
A la fecha ha logrado cultivar más de 200 especies de cactáceas, crasuláceas y orquídeas, tanto por métodos convencionales como mediante técnicas de clonación por cultivo de tejidos.
Fomenta, además, la adopción más de 40 especies extintas en el medio natural, patrocinio que podemos gestionar en su Centro de Adopción de Especies Mexicanas en Peligro de Extinción, con el fin de contribuir a crear fuentes de germoplasma para la recuperación de las poblaciones de esas especies en su hábitat natural.
Cada padre o madre adoptivo/a se convierte en un actor para la conservación y en un nodo de la Red Ciudadana para la Conservación de la Diversidad Vegetal de México.
Al adoptar una planta las personas adquieren el compromiso de cuidarla, informar al Jardín Botánico sobre su estado, mantenerla bajo su custodia y no introducirla al medio silvestre y, dado el caso, heredarla a sus familiares cercanos como uno de sus bienes más valiosos.
Atrévete a conocer estas joyas de la naturaleza mexicana, y mejor aún, a adoptarlas y cuidarlas con un profundo significado de amor por el planeta.