La preocupación que va teniendo la sociedad en general por el planeta ha crecido en los últimos años. Según una encuesta de IPSOS Group, multinacional de investigación de mercados y consultoría con sede en París, en 2018 el cambio climático y el calentamiento global preocupaban al 37 % de la población mundial, seguidos por la contaminación del aire (35 %) y la gestión de los residuos (34 %).
Son 375 millones de personas el número de vegetarianos y veganos que existen en la Tierra, según Clima Terra. Es decir, el 5 % de la población mundial evita, modera o restringe el consumo de animales a la hora de alimentarse, prefiriendo una alimentación verde.
Así, los movimientos ecologistas y animalistas están en auge, y eso se refleja en muchos aspectos de lo que consumimos… Por ejemplo, a la hora de cuidarse con productos de cosmética, higiene y belleza.
Ante esto, y a través de redes sociales, emprendedores y marcas de belleza conectan con los consumidores más “eco-friendly” ofreciendo una respuesta con productos cosméticos saludables, sostenibles y libres de sufrimiento animal.
Auge del mercado verde
Esto lleva a que aumente cada vez más el consumo de productos cosméticos veganos, con envases reciclados o directamente sin envases, sostenibles, ecológicos, y “cruelty-free” , es decir, libres de crueldad animal al no testear en animales y/o no usar ingredientes de origen animal o experimentados en animales.
“Yo antes compraba cualquier producto que veía en televisión o encontraba en el supermercado. No era consciente de lo que suponía para los animales la elaboración de los cosméticos, ni del impacto sobre el medio ambiente”, dice Lorena, aficionada a la cosmética natural y que apoya esta corriente.
Una corriente en la que también se unen las preferencias por cosmética natural, ya sea totalmente natural, o que mezcle ingredientes naturales y sintéticos seguros en su fórmula y, sobre todo, “toxic free”, es decir, libre de ingredientes polémicos, potencialmente nocivos para la salud o que puedan perjudicar a según qué tipo de cabellos y pieles.
“De los ingredientes me costó más ser consciente, entender cómo afectan a mi pelo rizado o a mi piel mixta pero sensible… Por eso, al descubrir la cosmética natural sentí que ganaba el doble: calidad y resultados para mí, pero también una conciencia más tranquila”, añade Lorena.
Consumo responsable y ganador
“Cada vez somos más conscientes de que nos estamos cargando el planeta”, dice Diana, creadora de Rulls, una marca especializada en cabellos rizados y ondulados, ecológica y vegana, que ha crecido rápidamente en Instagram.
Según explica, “una parte de la responsabilidad la tenemos nosotros como consumidores y creo que es obligatorio que todos pongamos nuestro granito de arena e intentemos hacer un consumo más consciente en general”.
Por ello, su firma tiene productos para el “Curly Girl Method” (un método para cuidar los rizos y ondas) en envases reciclados y fabrican champú sólido, sin envase y duradero, y peines “fabricados con materiales sostenibles de origen vegetal y biodegradables”, explica Diana.
Esther Jiménez y Daniel Castillo, de la marca Láurel Cosmetics, experta en Cosmética Natural y “Toxic Free” tanto para piel y pelo, nos cuentan “el uso y venta de champús y acondicionadores en formato sólido tiene el objetivo de no utilizar plásticos y ni envases”.
“Cuando pruebas algo que es bueno y te hace bien y, además, no dañas ni perjudicas el medio ambiente, todos ganamos”, dicen desde Láurel Cosmetics, “y esto nos hace pensar que estamos concienciándonos en el cambio, en lo natural y en el cuidado de la salud y de nuestro planeta”.
En la misma línea, Álex López Capitelli, CEO de Vera & The Birds, ahonda en las raíces de esta otra marca de cosmética natural para la piel, que son “la naturaleza, el “slow life”, el amor a una misma y en el ‘aquí y ahora’”, y eso lo traduce en cuatro valores de sus productos: “sostenibilidad, eficacia, auto-cuidado y sensorialidad”, según indican.
Modo de vida
Para Adriana Pérez-Sala y Olga Puig-La Calle, de Labeau Organic, la cosmética natural “es una forma de vivir, sobre todo, y de apostar por un consumo más responsable, de proximidad y más cercano y respetuoso con el medio ambiente y con nosotros mismos”.
Ese respeto a nuestro propio ser lo traducen de esta manera: “hemos buscado las respuestas en la naturaleza para conseguir un resultado sin excesos, enfocado en lo esencial que, para nosotras, es sentirse bien con uno mismo. Y la piel es un vehículo muy importante para ese bienestar”.
Algo que también tienen claro en Láurel Cosmetics: “muchos cosméticos tienen ingredientes tóxicos que no conocemos o que no nos detenemos a leer en el INCI (ingredientes, en la parte trasera del producto) y lo que nos echamos en la piel, es bastante perjudicial y tóxico”.
“Decidimos poner nuestro granito de arena para mejorar y ayudar a nuestra salud y a la de los demás, ofreciendo productos de alta calidad naturales sin tóxicos, sin parafinas o sustancias que perjudiquen la salud, además de ser respetuosos con el medio ambiente y con los animales”, explican desde esta firma.
Desde Cocunat, marca de cosmética natural fundada por Sara Werner e Ignasi Faus, lo tienen claro: “nuestra marca apostó por el concepto ‘Toxic Free’ cuando todavía nadie hablaba de ello, acuñó el concepto de cosmética saludable e impulsó un nuevo movimiento positivo, amable e inspirador”.
Y es que “el objetivo de Cocunat es conseguir un mundo en el que solo exista cosmética saludable”, afirman, y por ello creen que “es el momento de romper y desmentir mitos: la cosmética saludable cuenta con un mayor número de principios activos, ya que sus formulaciones incluyen unos porcentajes muy altos de ingredientes naturales”.
Internet como escaparate
Pero, si algo tienen en común estas marcas además de su conciencia verde, es que han tenido en Internet, en mayor o menor medida, todo un escaparate virtual que les ha aportado visibilidad.
Para Alex, de Vera & The Birds: “Las redes sociales han tenido un peso decisivo, sin duda. Nos han ayudado a vehicular nuestro mensaje de manera directa y visual y a construir una comunidad grande, involucrada y coral”.
Algo similar a lo que explican desde Cocunat: “consideramos a nuestros clientes parte de nuestra comunidad, no los vemos como simple consumidores”, dicen, y añaden: “estamos permanentemente conectados con ellos a través de nuestras redes sociales, donde creamos una relación muy estrecha y directa y establecemos una confianza con ellos que nos encanta”.
En una línea similar, hablan desde Labeau Organic: “Nos centramos principalmente en RRSS puesto que es un canal donde se puede ser cercano y crear comunidad. Podemos aprender de nuestros consumidores, conocer sus necesidades, y ayudar de una manera directa y personalizada”.
Para Láurel Cosmetics “Las redes sociales nos están ayudando a hacernos conocer ante un público que nunca pensábamos haber podido llegar. Nos han acercado a nuestros clientes de primera mano y muchas de las ventas han sido directamente por consultas de Instagram o de Facebook”.
Para Diana, de Rulls, “las redes han jugado un papel protagonista”. Y destaca también Instagram: “es mi escaparate y procuro que de alguna manera la gente se sienta identificada y empatice con la marca hecha por una “curly” y para “curlies””.