México.- El Índice Aire y Salud es una herramienta para que la población pueda estar mejor informada y tomar mejores decisiones para evitar su exposición (y la exposición de aquellas personas bajo su cuidado) a los contaminantes del aire.
Durante la emergencia sanitaria por COVID-19, las medidas dictadas por la Secretaría de Salud y los gobiernos locales tienen prioridad y deben observarse en todo momento.
Es fundamental que la población se proteja tomando las recomendaciones del Índice Aire y Salud, debido a que este es más oportuno y protector de la población sensible. Durante la emergencia sanitaria por COVID-19, las medidas dictadas por la Secretaría de Salud y los gobiernos locales tienen prioridad y deben observarse en todo momento.
En este caso, es posible alcanzar las bandas de mala, muy mala y extremadamente mala calidad del aire y no se estará superando el valor de norma de salud ambiental, puesto que el Índice Aire y Salud utiliza el promedio ponderado de 12 horas y la norma de salud ambiental se refiere al promedio de 24 horas las recomendaciones del Índice, debido a que este es más oportuno y protector de la población sensible.
Una de las principales virtudes del Índice Aire y Salud se encuentra en el caso de las partículas PM10 y PM2.5, éste utiliza un promedio móvil ponderado de 12 horas, lo que lo hace más sensible a los cambios abruptos de concentración y refleja mejor lo que la población percibe en el momento.
Además, permite informar a la población de manera más oportuna, para que tome medidas que reduzcan su exposición cuando se eleva la concentración de partículas y existe alta posibilidad de alcanzar valores superiores a lo establecido en la norma de salud ambiental correspondiente.
Esto es muy importante, porque las medidas que debe tomar la sociedad en su conjunto para atender un episodio de mala calidad del aire pueden necesitar horas para aplicarse y surtir efecto, pero cada persona puede tomar medidas inmediatas para reducir su exposición.
En el caso de ozono, al Índice para el promedio de una hora se añade el del promedio móvil de 8 horas, que anteriormente no se calculaba ni se reportaba. Esto permite proteger a la población sensible de la exposición a concentraciones más bajas pero durante períodos de tiempo más largos.
Los gobiernos estatales, y en algunos casos los municipales, son responsables del monitoreo de la calidad del aire y ahora tienen también la obligación de obtener y comunicar el Índice Aire y Salud.
El Índice depende de la información generada en los sistemas de monitoreo automático de la calidad del aire; su difusión está basada en las estrategias de implementación definidas por los gobiernos locales para asegurar su difusión y comprensión por parte de todos los sectores de la sociedad.