La vida en la Tierra no sería posible sin la capa de ozono que se encuentra en la estratosfera. Por ello, el 16 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, para celebrar la firma del Protocolo de Montreal sobre las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) que ahora es considerado el acuerdo medioambiental más exitoso en la historia.
La capa de ozono es una capa estratosférica que protege a la Tierra de la mayor parte de la radiación ultravioleta del sol, la vida en la Tierra no sería posible sin este escudo protector, indica el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Este año se celebra con el lema "Ozono para la vida", ello nos recuerda que el ozono no solo es crucial para la vida en la Tierra, sino que debemos continuar protegiendo la capa de ozono para las generaciones futuras, señala el PNUMA.
Fue en 1970 cuando los científicos alertaron sobre el agujero que las actividades humanas estaban causando en este escudo protector. Este hoyo es causado por los gases que agotan la capa de ozono los cuales son utilizados en aerosoles, sistemas de refrigeración y acondicionadores de aire.
En 1985, los gobiernos del mundo adoptaron la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono y con el acuerdo del Protocolo de Montreal, los gobiernos, científicos e industrias trabajaron juntos para eliminar el 99 por ciento de todas las sustancias que agotan la capa de ozono.
El PNUMA señala que gracias al Protocolo de Montreal, la capa de ozono se está recuperando y se espera que vuelva a los valores anteriores a 1980 para mediados de siglo. Este convenio internacional ha propiciado que los gobiernos de los 197 países signatarios concreten diversas acciones, es el único protocolo con ratificación universal, por iniciativas individuales y colectivas, trabajo de científicos, actividades de la industria, organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía.
En el caso de México, en el 2019, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señaló que nuestro país había eliminado el 99 por ciento del consumo de las Sustancias Agotadoras de Ozono (SAO), específicamente los clorofluorocarbonos (CFC), el tetracloruro de carbono (CCl4), los halones y el bromuro de metilo (CH3Br) que causaban una significativa reducción del ozono estratosférico.
Actualmente sólo se consumen los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), de los cuales, a finales de 2018 se registró una eliminación del 72% de su consumo, duplicando el compromiso de eliminación del 35% en ese mismo año.
Las últimas evidencias científicas al respecto (2018) muestran que se han recuperado partes de la capa de ozono de 1 a 3 por ciento por década, desde el año 2000. De esta manera, se espera que se recupere por completo para el año 2060.
Los esfuerzos para proteger la capa de ozono también han contribuido a la lucha contra el cambio climático, evitando las emisiones de 135 mil millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2) a nivel mundial desde hace 29 años.
En México, aplicación del Protocolo de Montreal tiene vigencia para el cuidado de la capa de ozono, y actualmente impulsa la Enmienda de Kigali, la cual fue ratificada el pasado 25 de septiembre de 2018, entrando en vigor a partir de enero del 2019.
Con la Enmienda de Kigali se pretende reducir gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases que sustituyeron a las SAO en su momento (como CFC o HCFC), y que se han empleado como refrigerantes, propelentes, espumantes y agentes de limpieza, mismos que, aunque no dañan a la capa de ozono, sí contribuyen significativamente al calentamiento global.