Un estudio dirigido por Richard E. Peltier, profesor asociado de Ciencias de Salud Ambiental de la Universidad de Massachusetts Amherst, reveló que más de 8 millones de personas mueren anualemente de forma prematura por la exposición a la contaminación del aire. Esto equivale a más muertes que la enfermedad diarreica, la tuberculosis y el VIH / SIDA combinados.
Como un investigador en contaminación del aire y sus efectos sobre la salud, Peltier indica que, incluso aunque no se viva en lugares contaminados, es probable que esta afecte la calidad de vida.
1. ¿Qué es exactamente la contaminación del aire?
La contaminación del aire es un término general, que usualmente describe una mezcla de diferentes productos químicos que circulan en el aire. Los gases invisibles, como el ozono o el monóxido de carbono, y pequeñas partículas o gotas de líquidos se mezclan en la atmósfera. Es imposible ver cada molécula a simple vista, pero cuando se juntan billones, se pueden apreciar como bruma.
Estos productos químicos casi siempre se mezclan en cantidades variadas. Cada persona responde de manera diferente a la exposición a la contaminación del aire: algunas personas padecen pocos efectos, mientras que otras, como los niños con asma, pueden enfermarse gravemente.
Además, las mezclas de contaminación del aire en un lugar determinado cambian con el tiempo. Los cambios pueden ocurrir rápidamente durante unas pocas horas o gradualmente durante meses.
Los aumentos a corto plazo en la contaminación del aire, por ejemplo, por el tráfico pesado en las horas pico, pueden enfermarnos. Tal contaminación ocurre durante todo el año.
Pero los contaminantes estacionales, como el ozono, generalmente ocurren solo en las partes más cálidas y soleadas del año. Además, la cantidad de ozono en el aire también sube y baja durante el día, generalmente es más alto en las tardes y más bajo en las primeras horas de la mañana.
Estas variaciones pueden dificultar que los científicos y epidemiólogos de la salud ambiental sepan con precisión la maenra en que la contaminación del aire afecta a los humanos.
2. ¿De dónde viene la contaminación del aire?
La contaminación del aire podría imaginarse en forma de humo, saliendo de la chimenea de una fábrica o del tubo de escape de un automóvil.
Si bien estas son fuentes importantes de contaminación del aire, hay muchas otras. La contaminación del aire incluye químicos generados de las actividades humanas y emitidos a la atmósfera y químicos liberados por eventos naturales.
Por ejemplo, los incendios forestales son una gran fuente de contaminantes del aire que afectan a muchas comunidades. El polvo que recoge el viento también puede contribuir a la mala calidad del aire.
Los investigadores de salud pública se centran sobre todo en las emisiones producidas por las actividades humanas, desde la quema de petróleo hasta las emisiones de las industrias, porque estas son fuentes ubicadas cerca del lugar donde viven y trabajan las personas.
La contaminación del aire no conoce límites. Si se emite un contaminante en un lugar, se mueve muy fácilmente a través de las fronteras, tanto regionales como nacionales
También hay muchas reacciones químicas que ocurren en el aire mismo. Estas reacciones crean lo que se conoce como contaminantes secundarios, algunos de los cuales son bastante tóxicos.
La contaminación del aire no conoce límites. Si se emite un contaminante en un lugar, se mueve muy fácilmente a través de las fronteras, tanto regionales como nacionales, a diferentes lugares. Nueva Delhi, por ejemplo, experimenta contaminación estacional, gracias a la quema extensa de campos agrícolas a unas 200 millas de distancia.
Nueva Delhi es un ejemplo extremo. Pero, incluso si vive en un entorno menos contaminados, los contaminantes emitidos en otros lugares a menudo viajan a donde viven y trabajan otras personas, como se vio en los recientes incendios forestales en California.
3. ¿Cómo sabemos que la contaminación del aire causa problemas?
Richard E. Peltier señala que la contaminación del aire es un problema oculto que desencadena muchos problemas de salud. Muchas personas sufren de asma y enfermedades pulmonares, ataques cardíacos y cáncer, y todo esto está relacionado con la exposición a partículas contaminantes. La mejor evidencia hasta la fecha sugiere que cuanto mayor sea la dosis de contaminación del aire, peor será nuestra respuesta.
Desafortunadamente, hay otros factores que también conducen a estas enfermedades: una dieta deficiente, genes heredados o tabaquismo, por ejemplo. Esto hace que sea mucho más difícil descubrir la causa de una enfermedad específica atribuida a la exposición a la contaminación del aire.
Cada estudio de salud proporciona un resultado ligeramente diferente, pues cada uno observa un grupo diferente de personas y, por lo general, diferentes tipos de contaminación del aire.
Los científicos generalmente informan sus resultados en función de cualquier cambio en el riesgo para desarrollar una enfermedad debido a la contaminación del aire, o en función de si sus probabilidades de desarrollar una determinada enfermedad podrían cambiar.
Por ejemplo, un estudio en Taiwán analizó las concentraciones de partículas en promedio durante dos años. Los investigadores encontraron que, por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico en partículas, las probabilidades de desarrollar presión arterial alta aumentaron en aproximadamente un 3 por ciento. Esto podría sugerir que si un aumento de la concentración de partículas en cualquier comunidad puede conducir a un aumento de la presión arterial alta.
Por el contrario, los científicos generalmente asumen que la disminución de la contaminación del aire conduce a la disminución de las enfermedades.
4. ¿Por qué importa esto?
Un adulto típico requiere alrededor de 20 mil respiraciones por día. Si se enferma o no por la contaminación del aire depende de la cantidad y el tipo de productos químicos que inhala, y de si puede ser susceptible a estas enfermedades.
Para alguien que vive en la Nueva Delhi contaminada, por ejemplo, esas 20 mil respiraciones equivalen a 20 granos de sal de mesa de partículas depositadas en sus pulmones cada día.
Si bien esto puede no parecer mucho, este material particulado no es una sal de mesa inofensiva: es una mezcla de productos químicos que provienen de materiales tóxicos, aceites no quemados, metales e incluso material biológico. Y esto no incluye ninguno de los contaminantes que son gases, como el ozono o el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno.
La evidencia es clara: la exposición a la contaminación del aire es letal y causa la muerte en todo el mundo. Eso debería ser importante para todos nosotros.
Estados Unidos y Europa han logrado un excelente progreso en la reducción de las concentraciones de contaminación del aire en las últimas dos décadas, principalmente mediante la elaboración de una regulación efectiva de la calidad del aire.
Sin embargo, actualmente en los Estados Unidos, donde las leyes ambientales se están desmantelando metódicamente, existe una mayor preocupación de que los responsables políticos opten por ignorar la ciencia.
Un nuevo miembro de la junta asesora científica de la Agencia de Protección Ambiental, Robert Phalen de la Universidad de California, sugirió que "el aire moderno es demasiado limpio para una salud óptima".
Esto va en contra de miles de trabajos de investigación y evidentemente no es cierto. Si bien algunos componentes de la contaminación del aire tienen poco efecto sobre la salud humana, esto no debe usarse para enturbiar nuestra comprensión de la exposición a la contaminación del aire.
Esta es una táctica común para confundir al público con estadísticas sin importancia para sembrar la confusión, presumiblemente con un intento subyacente de influir en la política.
La evidencia es clara: la exposición a la contaminación del aire es letal y causa la muerte en todo el mundo. Eso debería ser importante para todos nosotros.